CABRERA INFANTE DIJO QUE SOLO VISITA CUBA EN SUEÑOS Y, ESPECIALMENTE, EN LAS PESADILLAS

SAN LORENZO DEL ESCORIAL (MADRID)
SERVIMEDIA

El escritor cubano Guillermo Cabrera Infante, que participa en los cursos de verano que la Universidad Complutense de Madrid organiza en San Lorenzo de El Esocrial, afirmó hoy que sólo visita su país en sueños y, especialmente, en las pesadillas.

El autr de "Tres tristes tigres" ofreció esta tarde una charla dentro del ciclo "La creatividad: encuentro entre las ciencias y la artes".

Residente en Londres, este exiliado cubano confía en que la situación política de la isla cambiará pronto, "porque Fidel Castro o muere, o le matan o se cansa de estar en el poder; de una u otra forma, este tipo de régimen autoritario está condenado al fracaso".

Mientras tanto, según relató el escritor, por las noches sueña que está en La Habana, pero no tiene pasaprte, o que tiene pasaporte y le falta el visado de salida, o que tiene las dos cosas y entonces lo que no hay es un avión en el que viajar.

En el momento más angustioso de su pesadilla es cuando consigue despertar y vuelve a Londres, que definió como "el lugar ideal para trabajar", fundamentalmente por el mal tiempo que casi siempre reina en la capital británica.

"Ver a través de la ventana pasar a ciudadanos apesadumbrados por la lluvia y por la nieve, mientras yo, sentado en mi habitación escrio cómodamente, es el gran privilegio que me ofrece trabajar en Londres", comentó el escritor.

ESCRITOR, NO NOVELISTA

Su prolífica y diversa obra le impide "encasillarse" como novelista y precisó que se niega a llamar a sus libros de otra forma "para no engañar al lector".

"No creo que haya escrito nunca una novela", aseguró el autor de "La Habana para un infante difunto" (1979) y añadió que Cervantes nunca llamó novela a su "Quijote", ya que ese género sólo se refiere a lo que es historia.

Para el escritor cubano, el humor es no una técnica, sino un ingrediente de sus libros y de su vida "como el amor", especificó.

Pero la necesidad de no tomarse nada en serio, de no concederse demasiada importancia a sí mismo, en contraposición a su apariencia de seriedad, presenta para Cabrera Infante, el peligro de "caer en la locura".

EL OTRO CAIN

"Casi sin quererelo" y, según él, obligado por la censura cubana, desdobló su personalidad con el seudónimo de "Caín", formado por las primeras sílbas de sus apellidos, con el que escribió numerosas críticas de cine que recogió en el libro "Un oficio del siglo XX" (1963).

Sin embargo, entre este personaje y su verdadera personalidad hay alguna diferencia, ya que "Caín es un especialista, sólo sabe de cine, mientras que yo sé de Caín, sé de la vida y sé de la muerte".

Recalcó que su gran afición es el cine, o las películas, como prefiere decir, y no le importa el medio. "El espectador de televisión", dijo, "disfruta del privilegio que defendó Bertold Bretch, con la separación del espactador con el espectáculo".

Para Cabrera Infante, no hay una literatura interesante en la actualidad en América del Sur y sólo consideró a Jorge Luis Borges como el único escritor que escribe en español y que será leido dentro de 100 años.

"Mea Cuba" es una recopilación de escritos políticos de Cabrera Infante que presentará en 1992, "con o sin Fidel". Este es el próximo proyecto de un escritor que todavía prefiere la máquina de escribir, porque "el ordnador tienen una pantalla y yo, cuando veo una pantalla, espero ver cine", se justificó.

(SERVIMEDIA)
29 Jul 1991
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