La entidad bancaria catalana ha destacado el "fuerte crecimiento de las cifras de negocio, tanto de depósitos como de inversiones".

Este crecimiento, próximo al 17%, se ha logrado, según la propia entidad, con una reducción de los ratios de morosidad, que han bajado 1,7 puntos. En paralelo, se ha producido una disminución del 6,% en las necesidades de dotaciones y saneamientos.

El "cash flow" de la entidad se elevó en este período a 21.000 millones de pesetas, que ha supuesto una elevación del 14,7% sobre el obtenido en el mismo período del año anterior.

Los depósitos experimentaron un crecimiento del 17,1%, situándose en 1,56 billones de pesetas. El crecimiento se ha concentrado en las imposiciones a plazo fijo, y otros productos a plazo.

Por su parte, la inversión crediticia asciende a 997.726 millones de pesetas con lo que creció un 16,6 por cien. El mayor aumento se concentró en los préstamos hipotecarios al sector privado.