Clima

El cambio climático reducirá las tierras para madera en favor de los cultivos

- En el hemisferio norte, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

La superficie destinada a producción de madera -necesaria para muchas aplicaciones en la vida moderna, desde papel y cartón hasta muebles y edificios- disminuirá a medida que las tierras adecuadas para cultivar alimentos se desplazan hacia el norte.

Esa es la conclusión de un estudio liderado por la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y publicado este jueves en la revista ‘Nature Climate Change’.

Los investigadores afirman que la creciente competencia entre la tierra para la producción de madera y la de alimentos debido al cambio climático se convertirá en “un problema emergente” a medida que aumente la demanda de ambas.

En el peor escenario para el cambio climático, donde no se toman medidas para descarbonizar la sociedad, más de una cuarta parte de las tierras forestales existentes (alrededor de 320 millones de hectáreas, equivalentes al tamaño de la India) serán más adecuadas para la agricultura a finales de este siglo.

CUATRO PAÍSES

La mayoría de los bosques destinados a la producción de madera se encuentran actualmente en el hemisferio norte, concretamente en Estados Unidos, Canadá, China y Rusia. El estudio concluye que el 90% de todas las tierras forestales actuales que serán productivas para la agricultura en 2100 se encontrarán en estos cuatro países.

En particular, decenas de millones de hectáreas de tierras productoras de madera en toda Rusia se volverán aptas para la agricultura (más que en Estados Unidos, Canadá y China juntos) y las condiciones se volverán favorables para el cultivo de patata, soja y trigo.

“Solo hay una superficie finita de tierra adecuada en el planeta donde podemos producir alimentos y madera, dos recursos fundamentales para la sociedad. A medida que el cambio climático empeore y la agricultura se vea obligada a expandirse hacia el norte, habrá una presión cada vez mayor sobre la producción de madera”, según Oscar Morton, investigador del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge.

Morton añade: “Tenemos que pensar en los próximos cincuenta años porque, si queremos tener madera en el futuro, tenemos que plantarla ahora. Los árboles que se talarán a finales de este siglo ya están en el suelo; sus ciclos de crecimiento son mucho más lentos que los de los cultivos alimentarios”, indica Chris Bousfield, investigador postdoctoral del Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge.

Se prevé que la demanda mundial de alimentos se duplicará para 2050, a medida que la población crezca y se vuelva más próspera. También se prevé que la demanda mundial de madera se duplique en el mismo periodo, en gran parte porque es una alternativa baja en carbono al hormigón y al acero para la construcción.

RIESGOS AMBIENTALES

Desplazar la producción de madera hacia zonas más profundas de los bosques boreales o tropicales no es una opción viable porque los árboles de esas regiones han permanecido intactos durante miles de años y talarlos liberaría enormes cantidades de carbono y amenazaría la biodiversidad.

“Uno de los principales riesgos ambientales de la creciente competencia por la tierra entre la agricultura y la silvicultura es que la producción de madera se traslade a las áreas restantes de bosque primario en los trópicos o las zonas boreales. Estos son los epicentros de las áreas silvestres globales restantes y los bosques tropicales intactos son los lugares con mayor biodiversidad de la Tierra. Es fundamental evitar una mayor expansión”, recalca David Edwards, profesor de Ecología Vegetal en el Departamento de Ciencias Vegetales de la Universidad de Cambridge.

Para obtener sus resultados, los investigadores tomaron datos satelitales que mostraban una forestación intensiva en todo el mundo y los superpusieron con predicciones de tierras agrícolas adecuadas para los cultivos clave del mundo -incluidos arroz, trigo, maíz, soja y patata- en el futuro bajo varios escenarios de cambio climático.

Incluso en el mejor escenario posible, donde el mundo alcance los objetivos de cero emisiones netas, los investigadores aseguran que todavía habrá cambios futuros significativos en las regiones adecuadas para la producción de madera y cultivos.

“DESAFÍOS”

La producción de madera aporta más de 1,5 billones de euros al año a las economías nacionales de todo el mundo. Las olas de calor y los incendios forestales asociados han provocado enormes pérdidas recientes de bosques madereros. El cambio climático también impulsa la propagación de plagas, como el gorgojo de la corteza, que ataca a los árboles.

Se espera que el cambio climático provoque que algunas zonas de los trópicos se vuelvan demasiado cálidas e inhóspitas para el cultivo de alimentos y que grandes áreas del sur de Europa sean mucho menos adecuadas para la producción de alimentos y madera.

“El cambio climático ya está generando desafíos para la producción de madera. Además, se sumará esta mayor presión de la agricultura, lo que creará una tormenta perfecta de problemas”, apostilla Bousfield.

(SERVIMEDIA)
29 Ago 2024
MGR/clc