En un comunicado difundido hoy, la central que lidera Antonio Gutiérrez contesta a las declaraciones de ayer del presidente de la CEOE, y pide a José María Cuevas que deje de rehuir el diálogo social amparándose en supuestas presiones políticas, y acepte una reunión con los sindicatos para abordar "sin mbages" el tiempo de trabajo y el seguimiento de los acuerdos del 97.

CCOO recuerda que la jornada de trabajo no es lo único que preocupa a los sindicatos, e insiste en que hay que profundizar en la estabilidad en el empleo, porque los acuerdos han dado resultados positivos, pero todavía "insuficientes". A su juicio, es necesario reforzar el compromiso en el futuro de una mayor intensidad en la lucha por la estabilidad en el empleo.

Este sindicato reitera también su disposición a negociar un nuev acuerdo interconfederal que defina los criterios básicos para la reducción del tiempo de trabajo, a fin de que este acuerdo pueda concretarse después en la negociación colectiva; y dice que estaría dispuesto a que la primera reunión de los firmantes de los acuerdos del 97 se celebrara en las próximas 72 horas.

Para CCOO, Cuevas muestra una "excesiva" preocupación por la intervención de las comunidades autónomas y de la Administración central en el debate sobre la reducción de jornada, y "no se corta n pelo" al exigir al Ejecutivo una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales.

CCOO aclara a Cuevas que, "precisamente para armonizar el desigual proceso de incentivación de la reducción de jornada en el que parecen haber entrado las comunidades autónomas -en algunos casos con la participación de la patronal-, sería necesario no excluir al Gobierno del mismo, si realmente queremos dar coherencia a la política de incentivos".

Este sindicato, que advierte a la CEOE de que "no se puede negar cn una mano la subvención que se recoge con la otra", cree que la posibilidad de recuperar "un nuevo clima de verdadero y fructífero diálogo social entre patronal y sindicatos" no puede depender sólo de la menor o mayor implicación de las administraciones en el mismo, sino "de la voluntad explícita de los agentes sociales para que el diálogo deje de ser mera retórica y se convierta en realidad".