CCOO RECHAZA EL ENDURECIMIENTO DE LAS SANCIONES A LAS MANIFESTACIONES ILEGALES
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CCOO rechazó hoy la medida anunciada ayer por el delegado del Gobierno en Madrid, Segismundo Crespo, de endurecer las sanciones a las entidades convocantes de manifestciones que previamente no hayan sido comunicadas a las autoridades, como es preceptivo, ya que, a su juicio, en esos casos, las protestas se deben a estallidos sociales o "conflictos enquistados que generan una evidente tensión social".
En un comunicado, la central critica el énfasis dado por Crespo a los problemas derivados de la convocatoria de manifestaciones en Madrid, porque considera que con esa actitud "se pretende alcanzar unos objetivos bastardos como son ir mentalizando a la opinión pública obre la limitación de libertados que supondrá la aplicación de la 'ley Corcuera'".
"Es una grave irresponsabilidad poner el acento en lo anterior y pasar por alto el aumento en un 15 por ciento de los tirones o la disminunción de intervenciones de sustancias estupefacientes como la heroína", continúa la nota.
Asimismo, añade que, en cualquier caso, el número de manifestaciones que tuvieron lugar en la capital el pasado año, que según Crespo superaron el millar, está relacionado con el tamaño de ua población como Madrid y "no parece que nos movamos por encima del número de manifestaciones que se producen en otras ciudades equiparables a Madrid".
Para CCOO, la convocatoria de manifestaciones, concentraciones o huelgas son los medios constitucionales y no violentos utilizados por los ciudadanos cuando los cauces de diálogo se han roto y no tienen otro fin que poner de relieve situaciones injustas y obligar a llegar acuerdos.
Por ello, afirma que las administraciones deberían recabar la concencia de las organizaciones sociales para procurar conducir esos conflictos con el menor daño posible para los ciudadanos.
Finalmente, asegura que también "echa en falta" la potenciación del papel mediador y activo que deben asumir las admistraciones para combatir las causas que originan los estallidos como los protagonizados por los vecinos de la zona sur de Madrid, las trabajadoras de ayuda a domicilio o por la población inmigrante utilizada como mano de obra barata.
(SERVIMEDIA)
30 Ene 1992
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