Según indicaron representantes de la confederación, no existe legislación específica a nivel estatal, aunque algunas comunidades autónomas, en los últimos años, han promulgado decretos, órdenes e instrucciones que tratan de homogeneizar los diferentes protocolos publicados. Por ello, el objetivo es reclamar un uso limitado y justificado en cada caso particular, “para evitar riesgos importantes en la salud de las personas a las que se aplican este tipo de protocolos”, explicaron.

Esta campaña de concienciación está promovida por la Red de Agentes Activos en la Detección Precoz del Alzheimer y financiada por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Sobre el uso de las sujeciones, recordaron que es un abordaje que se cuestiona cada vez más, ya que existen estudios que demuestran los perjuicios que ocasionan. Además, advirtieron que estos protocolos deben ser supervisados y regulados por profesionales de la salud capacitados, respetando siempre los derechos humanos y la dignidad de la persona.

A su juicio una valoración geriátrica integral, interdisciplinar y que valore la categoría física, psíquica, funcional y social de la persona ante cada caso es fundamental. Así, instaron a que se elabore un Plan de Atención Individualizado tras la evaluación de riesgos, y solicitan un entrenamiento y educación de todos los profesionales, familiares y cuidadores de las personas con demencia, para capacitarles en la identificación de los factores que aumentan el riesgo de situaciones potencialmente peligrosas, como son los comportamientos violentos, las caídas o la agitación del paciente, entre otros.

Entre estas medidas alternativas se encuentran, según destacaron, la apuesta por la innovación en el desarrollo de nuevas formas de cuidado que garanticen la autonomía, la dignidad y mejoren la calidad de vida de las personas. También la implantación de un sistema de calidad basado en los cuidados sin sujeciones, con procedimientos que resuelvan cualquier situación que pudiera presentarse y en el que se apueste por valores como el trato ético, que ayudaría además a motivar a los trabajadores y lograr una mayor satisfacción gracias a un modelo de cuidado centrado en la persona con demencia, con base en el conocimiento de sus gustos, preferencias e historia de vida.