En un comunicado, CECU señaló que, con independencia del carácter sentimental de la fecha, es preciso comprobar la alidad y autenticidad de estos artículos, lo que está amparado por una ley de 1985 sobre fabricación, tráfico y comercialización de objetos elaborados con metales preciosos.

Añade que hay laboratorios oficiales o autorizados que certifican, previo análisis, que estos artículos cumplen las normas legales y reglamentarias imprescindibles para su comercialización y venta al público. Concretamente, en la capital de España el organismo encargado de estas certificaciones es el Consorcio Centro de Laboratoris y Servicios Industriales de Madrid.

Por otra parte, CECU recomienda comparar entre distintos establecimientos antes de decidirse por una joya en concreto, conservar los recibos y facturas de las compras por si hubiera lugar a alguna reclamación y exigir que todos los objetos de metales preciosos estén marcados con el contraste. El contraste son las marcas que se punzan en los objetos y que pueden ser de dos clases: el del fabricante o importador y el de garantía o contraste oficial.