Desde el 23 de noviembre y hasta el próximo 21 de diciembre está abierto el proceso público de consulta acerca de esta tarjeta, que busca homologar los reconocimientos oficiales de discapacidad de cada Estado miembro y darles efectividad en el resto.

Según la Comisión, “la Tarjeta Europea de Discapacidad facilitará la libre circulación de las personas con discapacidad en el ámbito de la Unión Europea”.

Con esta tarjeta, la condición de discapacidad reconocida en un país de la UE debe surtir efecto también en otros países, "dando al titular acceso a condiciones preferenciales para algunos servicios en toda la UE. Asimismo, tendría que “basarse en el proyecto piloto de Tarjeta Europea de Discapacidad (que abarca la cultura, el ocio, el deporte y el transporte) y aplicarse a una gama más amplia de servicios. También podría incluir la tarjeta europea de estacionamiento para personas con discapacidad”, indicó el Ejecutivo europeo.

Las contribuciones a la consulta recibidas se tendrán en cuenta en el desarrollo y perfeccionamiento de la iniciativa. Los comentarios recibidos se publicarán en la web de la Comisión y serán por tanto públicos.

El Cermi participará en este proceso de consulta. En concreto, reclamará el mayor rango posible para este futuro acto normativo (nivel de Reglamento) y el más amplio y ambicioso ámbito de efectos (legales, antidiscriminatorios, laborales, sociales, acceso a apoyos, prestaciones, ayudas y beneficios, etc.).

Su objetivo es que "verdaderamente, la libre circulación de las personas con discapacidad en todo el territorio de la UE sea una realidad".

Durante 2023, el Cermi intensificará su acción de incidencia para que en la Presidencia Española de la UE del segundo semestre del año se avance decisivamente en la culminación de este proyecto normativo.