Los encuestadores del CIS preguntaron a los españoles diversas cuestiones en las que se compara la acitud y las condiciones de los funcionarios respecto a los trabajadores del sector privado.

Según el 44% de los encuestados, los funcionarios y empleados públicos están menos preocupados por prestar un servicio de calidad a los ciudadanos que los trabajadores del sector privado, frente a un 10% que opinan lo contrario. Para el 37% la preocupación de unos y otros es la misma.

El mismo porcentaje de españoles (44%) asegura que los empleados públicos están menos motivados para hacer bien su trabajo. a opinión contraria, favorable a los funcionarios, sólo es compartida por el 10%.

Unicamente en la cuestión referida a la preparación que tienen unos y otros para desempeñar su labor la opinión está equilibrada, ya que un 60% manifiesta que la formación de ambos es similar. En este caso, el desequilibrio se reduce a 12% frente a 18%, pero sigue siendo favorable a los trabajadores del sector privado.

Por otra parte, los españoles ven virtudes y defectos en los funcionarios. Entre los defectos destcan los calificativos de lentos en su trabjao (49%) y autoritarios con el ciudadano (39%). De las virtudes destacan que están bien preparados (48%) y que son buenos profesionales (41%).

Al margen de las opiniones en favor o en contra, hay un 47% de los españoles que aconsejaría a sus hijos trabajar en un organismo público como funcionario, un 28% les recomendaría tener un trabajo o profesión independiente y tan solo un 11% les sugeriría trabajar en una empresa privada.