Así lo recogen las conclusiones de la última sesión del tercer Panel de Ciudadanos Europeos, uno de los tres pilares de la Conferencia sobre el Futuro de Europa (CoFoE), que tuvo lugar en Varsovia (Polonia) recientemente.

Dentro del debate sobre los alimentos seguros y saludables, los 200 participantes de los 27 Estados miembros recomendaron la ganadería intensiva se elimine gradualmente, y que se vele por prohibir prácticas dañinas para las condiciones de vida de los animales.

En esta misma línea reclamaron introducir normas comunes en la UE para la cría de animales, como un número máximo de animales por granja o la necesidad de que cuenten con espacio exterior adecuado. También pidieron una mayor inversión en métodos no intensivos para la agricultura extensiva y sostenible, con incentivos financieros y formación a las explotaciones para apoyar el cambio.

Argumentaron que la eliminación gradual de la agricultura intensiva reducirá los niveles de contaminación ambiental y mejorará la conservación natural. Además, la eliminación gradual de la ganadería intensiva reducirá la cantidad de medicamentos necesarios para hacer frente a las enfermedades animales. El objetivo es aumentar la calidad de los alimentos. Por otra parte, señalaron que la cría intensiva de animales tampoco respeta el bienestar de los mismos, y existen formas de cría más sostenibles, como la ganadería extensiva.

Igualmente exigieron endurecer los controles sobre la prohibición del uso innecesario de antibióticos y otros medicamentos para animales en los aditivos de su alimentación. Para ello recomendaron que el uso de antibióticos solo se autorice en la ganadería cuando sea absolutamente necesario para proteger la salud y el bienestar de los animales, y no de forma preventiva. Aunque admitieron que ya existen directivas europeas sobre antibióticos, recalcaron que no se han implementado de la misma manera en todos los Estados miembros.