Estas declaraciones vienen a responder al anuncio de un científico de Chicago (EEUU), Richard Seed, especialista en fertilización asistida, de proceder de forma inmediata con estos experimentos de clonación con seres humanos.

"Según la moral católica", señaló monseñor Martínez Camino, "producir seres humanos por el sistema de clonación resulta algo contradictorio con la dignidad de la persona humana y, por lo tanto, algo que es posible técnicamente, éticamente es inaceptable".

En un documento de la Santa Sede, titulado "El dón de la vida", publicado en 1987, la Iglesia se manifestaba en contra de la clonación de personas ya que atenta contra la procreación humana.

"Es decir", explica don Juan Antonio Martínez Camino, "la idea antropológica de la Iglesia es que el ser humano no se puede producir como si fuera una cosa, ya que ésto es tratar al hombre indignamente. Los seres humanos se procrean, no se producen".

"La clonación", añade, "convierte al hombre en cosa, lo qu es inmoral. El hombre es un sujeto libre y respetable, no una cosa, ni un animal".

Monseñor Martínez Camino insistió en que todos los avances científicos son positivos, aunque advirtió que la especie humana exige un tratamiento especial, que se corresponda con la dignidad de la persona y el hecho de tratarse de un ser libre.