El secretario de Estado de Política Territorial y Obras Públicas, José Alberto Zaragoza, manifestó hoy durante el acto de presentación del II Congreso Internacional sobre Ciudades Libres de Coches, que los problemas de congestión de tráfico y movilidad que ocasiona el uso abusivo del veículo privado en algunas ciudades españoles (y citó como ejemplo Madrid) se han agravado considerablemente durante los últimos años.

El congreso de Granada lo promueve el Club de las Ciudades sin Coches, del cual forman parte cuarenta ciudades, entre ellas seis españolas: Granada, San Sebastián, Barcelona, Oviedo, Sabadell y Toledo.

La primera reunión del club se celebró en Amsterdam (Holanda) en marzo del año pasado, y en ella se sentaron las premisas para elaborar estrategias de transporte que eduzcan gradualmente el uso del automóvil particular en las zonas urbanas e incluso prohiban el tránsito por los centros urbanos. Granada ostenta la presidencia durante el primer año de vida del club.

Según Jesús García, teniente de alcalde del ayuntamiento granadino, el automóvil mueve en las ciudades españolas a menos del 20 por ciento de las personas que van a trabajar, de compras o de ocio, "por lo que no estamos siendo solidarios con el resto de usuarios que pueden o no desean utilizar el coche". Uno de los objetivos del congreso es elaborar una base de datos de carácter permanente a la que puedan acceder todos los miembros del club, así como instaurar un "Comité de expertos" permanente, que actuaría como órgano consultivo y realizaría propuestas a las administraciones competentes.

Asimismo, los participantes desarrollarán programas de trabajo sobre transporte público, peatonalización, uso de bicicletas, transporte comercial y planificación urbana.

TRANSPORTE PUBLICO

A juicio de Jun Torres, teniente de alcalde de Barcelona, es necesario priorizar el transportes público sobre el particular, ya que en la actualidad, según manifestó, ambos presentan un nivel similar de utilización en las ciudades.

Torres señaló que un tercio de los habitantes de una ciudad como Barcelona se mueven utilizando el transportes público, un tercio lo hace con el vehículo privado y otro tercio se mueve a pie.

Para reducir la dependencia del coche, el teniente de alcalde de Barcelona se mostró partidrio de aumentar la capacidad del transporte público, conseguir que los conductores respeten las zonas reservadas a los peatones a través de actuaciones judiciales y sanciones y promover el uso de medios de transporte más ecológicos, como la bicicleta.

Entre las medidas concretas que propuso destacó lo que denominó como "integración tarifaria" a través de una tarjeta con la cual sería posible acceder a todos los medios de transporte y los aparcamientos de la ciudad.

Además, sugirió que los policíamunicipales puedan embargar el vehículo a aquellos propietarios que no paguen las multas o cometan reiteradamente infracciones.