El secretario federal de Automoción de Metal, Construcción y Agines (MCA) de UGT, Antonio Ruiz Ocaña, declaró hoy a Servimedia que con esta recomendación pretenden evitar lo ocurrido en anteriores ocasions, cuando las amenazas de llevar a cabo reformas en el mercado laboral han provocado un bloqueo de la negociación colectiva en el sector.

"Nos tememos que la reforma de la negociación colectiva que quiere hacer el PP si vuelve a gobernar tenga unos efectos perversos", dijo Ruiz Ocaña, "y lo que no queremos es que los problemas que podamos tener con el nuevo Gobierno si pone en práctica eso, se mezcle con la negociación colectiva. No es bueno ni para los trabajadores ni para los propios empresarios", airmó.

Por ello, UGT ha recomendado a sus delegados en las fábricas de vehículos que intenten cerrar los convenios antes de los comicios. "Nosotros pensamos que se puede hacer", porque "los temas están en su mayoría muy debatidos".

A juicio de Ruiz Ocaña, salvo en Nissan, donde augura una negociación "durísima", porque, según explicó, la compañía quiere aumentar jornada y congelar salarios, en el resto de las empresas fabricantes de coches sería posible llegar a un acuerdo antes del 14 de marzo. Según los datos de UGT, este año deben negociar su convenio colectivo los trabajadores de Renault, Seat, Opel, PSA (Peugeot-Citroën), Nissan Motor y Renault Vehículos Industriales, lo que significa que alrededor del 75% de los trabajadores del sector tienen que firmar sus condiciones laborales y salariales para este año.

REIVINDICACIONES

Ruiz Ocaña explicó que la cláusula de revisión salarial que impida la pérdida de poder adquisitivo en el sector será condición "sine qua non" para la firma de lo convenios colectivos. Indicó que esta reivindicación crea algunos problemas con las multinacionales automovilísticas porque esta cuestión no se plantea en sus países de origen.

Un mayor control por parte de los sindicatos de la aplicación de la flexibilidad laboral, porque, a juicio de Ruiz Ocaña, en algunos casos se utiliza de manera "perversa" lo pactado en esta materia; y la reducción de la jornada laboral hacia las 35 horas semanales, serán las otras dos principales reivindicaciones de los sindictos.

En materia de subida salarial, Ruiz Ocaña explicó que los sindicatos no proponen ninguna cifra cerrada a sus delegados, pero aclaró que la recomendación es que la subida esté por encima del IPC real, con el fin de "recuperar poder adquisitivo e ir acercándonos a los salarios de los países de la Unión Europea que tienen un nivel industrial similar al nuestro".