Así lo dijo durante su intervención ante la prensa para exponer los trabajos que han ocupado esta semana a los prelados en el seno de la Asamblea Plenaria, que los ha congregado en Madrid y que también ha incluido la elección de García Magán como secretario general.

El documento, “aprobado por una mayoría muy cualificada”, supone un “vademécum” que recopila el código de derecho canónico y el motu propio del Papa sobre estos asuntos y da “pautas a quienes tienen que intervenir” ante estos abusos.

Con el protocolo y la guía, prosiguió, se busca dar una respuesta “en justicia, en caridad y en una perspectiva eclesial y evangélica a esas víctimas del pasado”. Pero, añadió, “también queremos mirar al presente y futuro” con protocolos de prevención y formación de agentes de pastoral. En resumen, ofrecer posibilidades para la “justicia restaurativa pero también prevenir y formar” ante un “problema delicado en el que la iglesia lamentablemente está involucrada”.

“La iglesia continúa trabajando en la actualización de sus procedimientos”, subrayó y aseguró que ambos trabajos son “signos” de lo que están haciendo en ese campo y que también están abiertos a las congregaciones e institutos de vida religiosa, no sólo a las oficinas diocesanas. En este punto reconoció que en muchos casos de todos esos ámbitos ya se está actuando desde hace tiempo.

El protocolo prevé que se incluya un fondo en las diócesis para garantizar ayuda con distintos profesionales a las víctimas. Los obispos, prosiguió García Magán, también se abren a reunirse con las víctimas, como ya han hecho algunos y teniendo en cuenta que en ciertas situaciones es la propia víctima la que no desea encontrase con un prelado.

OTROS TRABAJOS

Además de los trabajos contra los abusos, cuestión sobre la que la CEE dice trabajar “sin fisuras”, los prelados españoles han aprobado estos días diversos documentos, como uno sobre ‘Persona, familia y sociedad’, que analiza la situación actual de la sociedad española desde la perspectiva de la fe; un nuevo catecismo para adultos y también se ha trabajado en las orientaciones sobre los ministerios de lector, acólito y catequista, que sigue la línea impulsada por el Papa para reconocer la participación de las mujeres en la Iglesia.

La CEE ha aprobado, tras “un largo recorrido de trabajo” el sistema de Compliance para el Episcopado, un manual de cumplimiento normativo y buenas prácticas para aplicar la normativa penal, elaborado por el Bufete Rich y Abogados. Las diócesis lo tendrán que ir implementando también.

Entre otros muchos temas y, en línea con la “preocupación” de la Iglesia española con la transmisión de la fe se ha trabajado en el primer anuncio y también se han abordado cuestiones sobre el diaconado permanente y la visita pastoral encargada por Francisco a los seminarios mayores españoles y que evaluará el plan de formación de los aspirantes a sacerdote. En este sentido la CEE ha trabajado en impulsar el “acompañamiento” para impulsar “la vocación sacerdotal”, una cuestión sobre la que los obispos españoles tienen “preocupación”.

La modificación de estatutos de Cáritas y Manos Unidas también se han abordado estos días. A colación, el secretario general remarcó que “Cáritas y la Pastoral Episcopal de Migraciones son unos de los signos fuertes de credibilidad de la Iglesia en la sociedad, para quien lo quiera llevar y no lleve las gafas empañadas”.

La CEE también aprobó los balances y la liquidación presupuestaria del año 2021 del Fondo Común Interdiocesano, de la propia conferencia y de los órganos que de ella dependen y también el presupuesto para 2023 de ambas cuestiones, que será, según los cálculos preliminares, de 5,4 millones y 309.000 euros, respectivamente, lo que supondría un aumento del 4% respecto al anterior.