Según este informe, publicado por las Cámaras de Comercio, el índice de situación cayó hasta los -25,8 puntos, más de 3 por debajo del dato del tercer trimestre (-22,4). El índice de expectativas sobre la marcha de la actividad empresarial durante el primer trimestre del año 2009 presentó una caída más intensa, situándose en -24,7 puntos, 8,4 puntos inferior al dato registrado en el último trimestre de 2008.

Entre los componentes del ICE, la inversión intensifica sus saldos negativos. La desconfianza que se ha instalado entre los agentes económicos "lleva a las empresas a retrasar o anular sus proyectos de inversión".

Además, el porcentaje de compañías que señala que las dificultades de financiación limitan la marcha de sus negocios se mantuvo muy por encima de la media en el cuarto trimestre de 2008. Los problemas de financiación también desalientan la actividad inversora. En esta ola del ICE, se presta una especial atención a este factor, el cual ha incrementado su importancia en 2007 y, sobre todo, durante 2008, respecto a años anteriores.

El indicador de empleo también muestra un retroceso significativo, "en consonancia con el entorno de menor actividad que se ha instalado en la economía".

El saldo de cifra de negocio se redujo. La debilidad de la demanda continúa siendo el principal factor que limita la actividad de las empresas, lo que afecta negativamente a la facturación de las compañías.

Además, se espera un deterioro de las ventas al exterior durante el primer trimestre de 2009, a lo que hay que añadir el empeoramiento de las exportaciones durante el cuarto trimestre de 2008.