"Pretendemos la unidad interna en CCOO -en referencia al final de las diferencias entre críticos y sector oficialista- para plantear luego la unidad con otros sindicatos y hacer un política fuerte en defensa de los trabajadores", puntualizó Moreno.

Sobre la posición de los críticos en el VII Congreso, donde asisten con 300 de los 1.000 delegados, mostró su satisfacción porque se mantiene su número respecto al pasado Congreso, "a pesar de una durísima represión practicada en el manato de Antonio Gutiérrez".

Para Moreno, la despedida de Gutiérrez es un buen momento para "pasar una página negra de diferencias mal llevadas en el seno del sindicato, que han demostrado la incapacidad de Antonio para gobernar CCOO con las diferencias existentes en su seno".

Por ello, los críticos pedirán la "normalización democrática" dentro de CCOO para que todos juntos puedan retomar el debate sobre los salarios, el empleo y la reducción de jornada, y evitar así que en España, a pesar de que l economía está creciendo al 4%, los trabajadores pierdan poder adquisitivo, como ha sucedido este año.

En este sentido, Moreno apuntó que los críticos son partidarios de un "giro a la izquierda" en la política de CCOO, aunque lo ven difícil dada la "línea de continuidad y concertación a toda costa" que ha avanzado José María Fidalgo, casi seguro sucesor de Gutiérrez.

Finalmente, aseguró que los críticos presentarán su propia candidatura a la dirección de CCOO y se quejó de que los delegados llegun al VII Congreso de este sindicato "con todo el bacalao cortado", ya que parece cerrada la próxima Ejecutiva y también casi todas las ponencias.