Lo hizo mediante dos actos, la aprobación por unanimidad del pleno de una declaración institucional y la recepción de más de mil cartas firmadas por compatriotas de Larrañaga pidiendo las acciones neecsarias para revisar su caso.

El propio Larrañaga pidió desde la prisión en la que se encuentra que España no le olvidara y, recientemente, el presidente del Gobierno solicitó a las autoridades filipinas la revisión de su caso.

En la declaración aprobada hoy, impulsada por el PSOE y respaldada por todos los partidos, el Congreso muestra su preocupación por la situación de este ciudadano, que se encuentra ahora pendiente de una moción de reconsideración ante el Tribunal Supremo de Filipinas.

El Congreso condena "sin paliativos" la pena de muerte y, pese al respeto a la legislación filipina, expresa su convencimiento de que en este caso "acabará imperando la ley y la justicia".

Recuerda el Congreso que los parlamentarios que han visitado a Larrañaga han reafirmado su convicción de inocencia y pide por ello al Gobierno que emprenda todas las acciones posibles para su defensa y para conseguir una moratoria de la pena de muerte en Filipinas y en el resto de países en los que se aplica.

La declaración fue leída y aprobada poco después de que llegaran al registro del Congreso más de mil cartas pidiendo la revisión de ese caso.

A las puertas del Congreso, la familia de Larrañaga agradecía el respaldo expresado por todos esos ciudadanos y por los parlamentarios españoles. "El sabe que no le vais a abandonar, que le vais a sacar de donde está", decía la tía del preso, Tata Cardona.

Junto a la familia, los portavoces de varios grupos parlamentarios reiteraban ante los medios de comunicación las irregularidades constatadas en el juicio contra Larrañaga y la injusticia que supone por ello su condena.