En rueda de prensa en el Senado, Laborda desveló hoy que, tras la renuncia de los catedráticos Juan Antonio Carrillo Salcedo y Angel Garrorena Morales el pasado fi de semana, "desde el 30 de noviembre he vuelto a proponer nombres y además reglas de juego".

Laborda señaló que "hay que recuperar muchos nombres que, con un poco de ligereza, no se aceptaron con la misma ligereza que otros que se propusieron sin haber hablado previamente con ellos".

Entre disculpas a la sociedad, a los afectados y al órgano judicial por la demora que sufre el proceso, y desmentidos de que hubiera un acuerdo decidido en el día de ayer, el portavoz socialista sentenció: "Yo he acptado dos (candidatos) y ahora espero que me acepten alguno".

Las manifestaciones de Laborda de hoy explican su insistencia ayer ante los periodistas de que la decisión sobre este asunto estaba en el tejado del portavoz popular. No obstante, hasta última hora de la noche, en fuentes del Grupo Parlamentario Popular se insistió en que el problema se limitaba a esperar la aceptación por parte de un candidato, previamente consensuado por PP y PSOE, del cargo de vocal del Tribunal Constitucional.

Pregntado Laborda por si el fracaso de las dos gestiones realizadas el pasado fin de semana (Garrorena y Carrillo) le ha llevado a endurecer su posición en la negociación, contestó que "nosotros no nos hemos puesto nerviosos. Tengo la impresión de que hay un cierto nerviosismo (en el PP) y es explicable, porque han patinado sobre hielo dos veces".

En referencia a sus candidatos de última hora, el portavoz socialista afirmó que "quiero que no haya vetos. Puedo aceptar razones, pero no vetos y muchos menos or razón de que haya supuesta simpatía o vinculación o proximidad de naturaleza ideológica".

Laborda insistió en que en la negociación el PSOE está "dos a cero" a su favor, en referencia a la aceptación por parte suya de los candidatos Garrorena y Carrillo, que finalmente rechazaron el ofrecimiento.

El portavoz socialista exigió al PP que estudie "nuestros nombres y no sólo los nombres que ellos me proponen, entre otras cosas porque estamos dos a cero a mi favor", indicó.

"No me gustaría", cncluyó, "que, basta que yo haga una propuesta de uno o de dos nombres, como los que están en estos momentos encima de la mesa, pues que ni siquiera tengan ganas de discutirlos conmigo o de estudiar su curriculum o de comentar lo que han escrito, sino que me saquen otros dos. ¡Hombre, porque estoy dos a cero!".