Salud

La contaminación atmosférica eleva la resistencia a los antibióticos, según un estudio

- Ese vínculo es mayor en el norte de África, Oriente Medio y el sur de Asia

MADRID
SERVIMEDIA

El aumento de la contaminación del aire está potencialmente relacionado con un mayor riesgo de resistencia a los antibióticos en todas las regiones del mundo, según un primer análisis global en profundidad de ese posible vínculo.

Ese estudio, publicado en la revista ‘The Lancet Planetary Health’, señala que controlar la contaminación del aire podría reducir en gran medida las muertes y los costes económicos derivados de las infecciones resistentes a los antibióticos.

El trabajo indica que la relación entre la polución atmosférica y la resistencia antimicrobiana se ha fortalecido con el tiempo, con aumentos en los niveles de contaminación del aire que coinciden con mayores incrementos en la resistencia a los antibióticos en los últimos años.

Aunque el aire es una vía directa y un vector clave para la diseminación de la resistencia a los antibióticos, existen datos cuantitativos limitados sobre las diferentes vías por las que los genes resistentes a los antibióticos se transmiten a través de la polución.

Algunas vías potenciales incluyen hospitales, granjas e instalaciones de tratamiento de aguas residuales que emiten y propagan partículas resistentes a los antibióticos a través del aire.

“La resistencia a los antibióticos y la contaminación del aire se encuentran, por derecho propio, entre las mayores amenazas para la salud mundial. Hasta ahora no teníamos una imagen clara de los posibles vínculos entre los dos, pero este trabajo sugiere que los beneficios de controlar la contaminación del aire podrían ser dobles: no solo reducirá los efectos nocivos de la mala calidad del aire, sino que podría también juegan un papel importante en la lucha contra el aumento y la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos”, explica Hong Chen, de la Universidad de Zhejiang (China) y autor principal del estudio.

El uso indebido y excesivo de antibióticos son los principales impulsores de la resistencia a los antibióticos, pero la evidencia sugiere que la contaminación atmosférica también contribuye a la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos y genes de resistencia.

Sin embargo, hasta ahora había datos limitados sobre cuánta influencia tiene la contaminación del aire por partículas PM2.5 -30 veces más pequeñas que el ancho de un cabello humano- en la resistencia a los antibióticos en todo el mundo.

VÍNCULO FORTALECIDO

Las fuentes de PM2.5 incluyen procesos industriales, el transporte por carretera y la quema doméstica de carbón y madera. Hallazgos recientes indican que 7.300 millones de personas en todo el mundo están directamente expuestas a unos niveles medios peligrosos de PM2.5 cada año, de las cuales el 80% vive en países de ingresos bajos y medianos.

Los autores crearon un extenso conjunto de datos de 116 países desde 2000 hasta 2018 para explorar si las partículas PM2.5 son un factor clave que impulsa la resistencia global a los antibióticos. En total, analizaron información de 11,5 millones de aislamientos de prueba, lo que cubrió nueve patógenos bacterianos y 43 tipos de antibióticos.

Utilizaron datos sobre el uso de antibióticos, los servicios de saneamiento, la economía, el gasto en salud, la población, la educación, el clima y la contaminación del aire para investigar la influencia de estos factores en los niveles de resistencia a los antibióticos. Las fuentes de datos incluyeron la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) y el Banco Mundial.

Los hallazgos indican que la resistencia a los antibióticos aumenta con las partículas PM2.5 y cada 1% de aumento en la contaminación del aire se vincula con aumentos en la resistencia a los antibióticos de entre un 0,5% y un 1,9%, según el patógeno.

Esa asociación se ha fortalecido con el tiempo, con cambios en los niveles de PM2.5 que conducen a mayores incrementos en la resistencia a los antibióticos en años más recientes.

REGIONES

Los niveles más altos de resistencia a los antibióticos se encuentran en el norte de África, Oriente Medio y el sur de Asia, mientras que los de Europa y América del Norte son bajos. Debido a su gran población, se cree que China e India son los países donde los cambios en las partículas PM2.5 tienen el mayor impacto en el número de muertes prematuras por resistencia a los antibióticos.

El análisis indica que la resistencia a los antibióticos resultante de la contaminación del aire está relacionada con unas 480.000 muertes prematuras en 2018, lo que generó unos costes económicos adicionales de 360.000 millones de euros.

Por otro lado, el estudio sugiere que las partículas PM2.5 son uno de los principales factores que impulsan la resistencia a los antibióticos y representan un 11% de los cambios en los niveles promedio de resistencia en todo el mundo, por un 10% del gasto en salud y un 3% de los servicios de agua potable.

El norte de África y el oeste de Asia son las regiones donde las partículas PM2.5 tienen el mayor impacto en la resistencia a los antibióticos, pues estas representan un 19% de los cambios en los niveles de resistencia.

Si no hubiera cambios en las políticas actuales sobre la contaminación del aire, los niveles de resistencia a los antibióticos en todo el mundo podrían aumentar en un 17% para 2050 y el número anual de muertes prematuras relacionadas con la resistencia a los antibióticos aumentaría a 840.000, con los mayores aumentos en el África subsahariana.

En otros escenarios, como aumentar el gasto en salud, controlar la contaminación del aire, mejorar el agua potable y reducir el uso de antibióticos, el nivel de resistencia a los antibióticos podría reducirse considerablemente. Por ejemplo, implementar una política -recomendada por la OMS- de limitar el PM2.5 a cinco microgramos por metro cúbico en la atmósfera podría disminuir la resistencia global a los antibióticos en un 17% para 2050, lo que implicaría un 23% menos de muertes prematuras. (630.000 fallecimientos menos) vinculadas a la resistencia a los antibióticos y unos ahorros económicos anuales de cerca de 580.000 millones de euros.

(SERVIMEDIA)
08 Ago 2023
MGR/pai