En declaraciones realizadas en Luxemburgo poco antes de que comenzara la Cumbre Extraordinaria sobre Empleo, Almunia dijo que el Ejecutivo español ha afrontado esta cita con escepticismo y aregó que "al Gobierno no le ha gustado nada que se convoque esta cumbre", por lo que ha intentado "poner el freno" cada vez que el resto de estados miembros ha tratado de darle un contenido concreto.

Según el secretario general de los socialistas, el Ejecutivo ha expresado su posición contraria a cualquier compromiso que suponga obligaciones vinculantes, y ha querido limitar las conclusiones de este Consejo a "unas simples recomendaciones, pero se ha quedado solo", dijo.

Almunia manifestó que "esparadójico que, siendo España el país con más paro", el Gobierno ha sido el que menos ha colaborado en el éxito de esta cumbre, y el que más dificultades ha puesto para que las conclusiones puedan ser "precisas, concretas, y vinculantes", y que hagan que los Quince se comprometan con la creación de empleo.

Asimismo, expresó la opinión favorable de su partido a cualquier "objetivo cuantificado" en la búsqueda de una solución para los más de 18 millones de parados existentes en la actualidad en la UniónEuropea.