Día del Ballet

Dan Zass, la compañía de baile que trabaja con personas con discapacidad “sin limitaciones”

- Ayudan a los bailarines a explorar y desarrollar sus inquietudes artísticas a través de la danza

- Hoy se celebra el Día Mundial del Ballet

MADRID
SERVIMEDIA

La danza acoge con los brazos abiertos a las personas con discapacidad. Un ejemplo de ello es la compañía Dan Zass de artes escénicas y diversidad, que tiene el objetivo de crear un espectáculo inclusivo, donde el trabajo entre personas con discapacidad y sin ella quede reflejado en un mismo escenario. “Se trabaja desde las capacidades y no desde las limitaciones”, según una de las docentes, Cristina Arouzo.

Así lo afirmó en una entrevista a Servimedia con motivo del Día Mundial del Ballet que se celebra este miércoles 1 de noviembre, una fecha en la que esta compañía intergeneracional destaca que trabaja con personas de todas las edades, desde los 3 años hasta los 70, porque “todos los cuerpos y mentes pueden ser creadoras e intérpretes”.

Las personas con cualquier tipo de discapacidad por supuesto tienen cabida porque aquí “no se segrega entre discapacidades”, si bien la mayoría de las personas que acuden tienen discapacidad intelectual con grandes necesidades de apoyo.

La metodología de trabajo de Dan Zass se basa en “adaptar las clases a las necesidades específicas de cada persona” y “poner facilidades para que estas personas disfruten”, detalló Arouzo al repasar su actividad.

La llegada de un nuevo alumno con discapacidad es uno de los momentos “clave” de cara a su incorporación porque desde Dan Zass ofrecen una atención detallada. Primeramente, entablan contacto con los padres o las personas de su alrededor “para saber si tiene necesidades concretas y, en caso afirmativo, cuáles son". "Por ejemplo, si su comunicación es oral o a través de pictogramas”, precisó.

Tras esto, trabajan en la acogida del nuevo alumno en función de sus circunstancias. Realizan una sesión de presentación individual y, previamente, Dan Zass le envía imágenes de los espacios en los que trabajará, los alrededores, las personas con las que se encontrará, así como todo tipo de información útil para que “no se genere estrés o miedo a lo novedoso” por parte del alumno.

“Anticipar y marcar una rutina” es una cuestión esencial en el trabajo diario de esta sociedad, tal y como subrayó la profesora. La entidad imparte formación en diferentes centros propios, además de en centros ocupacionales, colegios o asociaciones municipales y vecinales.

COMUNICACIÓN CORPORAL

Las personas con discapacidad intelectual tienen requerimientos de apoyo comunicativos, principalmente. Por ello, desde Dan Zass emplean la comunicación corporal, que creen que es “poco conocida socialmente”, para transmitir y percibir las propuestas y respuestas coreográficas con los alumnos.

El tono corporal, la rigidez, la rotación de los hombros o la mirada son algunos de los aspectos en los que se fijan las cinco bailarinas docentes de esta compañía cuando trabajan con personas que no pueden comunicarse por vía oral. “El cuerpo transmite y su expresión también habla”, describió Arauzo.

Para ejemplificar alguna de estas cuestiones, la docente expuso una situación: “Si yo propongo un paso en la coreografía que consiste en bajar al suelo y sus manos no se direccionan hacia el suelo ni sus rodillas tampoco, significa que no les gusta la idea, lo dicen con el cuerpo”. En estos casos, las profesoras buscan otras alternativas para que “cada persona esté cómoda con su cuerpo y con lo que hace”, porque sentirse bien con uno mismo también es parte del disfrute.

El trabajo con estas personas se encuadra en el programa pedagógico de Dan Zass, así como el uso de estas herramientas, que forman parte de los Sistemas Aumentativos y Alternativos de comunicación. En este contexto, otro elemento muy relevante para hacer danza con personas con discapacidad intelectual y parálisis cerebral es el espejo. Este da sensación de unidad: “Dos personas que construyen una”.

Verse a sí mismo, proponer un movimiento y ver cómo el cuerpo lo acoge es “un paso importante en el desarrollo dancístico de estas personas”. Además, Arouzo detalló que el espejo crea “una danza muy abierta, con una mirada periférica corporal, en el que el cuerpo también comunica, y en la que hasta la espalda mira”.

SIN BARRERAS

La diversidad es seña de identidad de esta compañía de danza y otro de los objetivos que tienen para construir una danza inclusiva es hacerlo sin que ningún elemento sea una barrera, sino que sea un factor que sume.

Estos pueden ser los casos de personas con movilidad en silla de ruedas o con andadores o con alimentación por sonda, con quienes intentan que tanto su silla como su andador o su sonda, respectivamente, formen parte de sus coreografías “porque son también parte de las personas”, reseñó la profesora de Dan Zass.

Estas ayudas técnicas se integran en los movimientos de las personas. Arauzo hizo referencia a las personas con movilidad en silla de ruedas, independientemente de su discapacidad o del tipo de silla que utilicen, buscan otras formas de desplazamiento adaptadas.

“Se diferencia entre andar y bailar, que es moverse con la silla de otras formas”, detalló. Asimismo, trabajan con estas personas las denominadas ‘transferencias de planos’, que son cambios de posición que realizan estas personas, en los que pasan de su silla de ruedas al suelo o un lugar intermedio con ayuda de otros integrantes. Al mismo tiempo, persiguen que estas actividades sean “lo más dancístico y amable posible”, recalcó la integrante de Dan Zass.

En esta línea, las personas con discapacidad que porten objetos de apego, es decir, elementos que son necesarios en la vida diaria de las personas porque les producen confianza y seguridad también practican la danza en esta entidad.

Según explicó Cristina, sabiendo que “existe un porqué en la posesión de los objetivos” buscan “caminos alternativos y adaptaciones en los movimientos” para que estas personas puedan desarrollarlos igual con ellos.

La docente relató cómo es el día a día con personas con objetos de apego, referenciando el caso de un alumno que tuvo un objeto en la axila: “al principio se trabaja con el elemento y luego le dimos la confianza de dejar y coger el elemento, frecuentemente”.

Tras esto, las profesoras le mostraron una foto de su cara, considerado como un Sistema Aumentativo de comunicación, para él mismo observase cómo actuaba con su objeto y sin él. Con esto, trataron de “acompañarle en sus actividades, para que tuviese confianza en sí mismo y enseñarle autorregulación”.

Así pues, la compañía de Dan Zass, de la mano con las personas con discapacidad, lucha por una sociedad realmente inclusiva y adaptada a las necesidades de todas las personas, a través de la danza, que es cultura.

(SERVIMEDIA)
01 Nov 2023
AGG/pai