De esta forma, el departamento de Defensa responde a la críticas formuladas por las organizaciones ecologistas contra la posible instalación de un rádar en est cumbre de Sierra Nevada por el impacto ambiental que podría ocasionar.

Aunque Defensa ha realizado un estudio geológico y geotécnico consistente en seis sondeos de diez centímetros de diámetro y cuarenta metros de profundidad en el Mulhacén, todavía no ha decidido la localización del nuevo radar que instalará en Sierra Nevada.

El ministerio ha solicitado al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) que estudie la compatibilidad del radar con las instalaciones del Observatorio Astrofísicode Sierra Nevada.

Según el departamento que dirige Julián García Vargas, "este estudio del INTA, que se encuentra en la última fase de redacción, va a ser tenido muy en cuenta y puede condicionar la localización del radar".

El radar que se instalará en Sierra Nevada se basará en modelos ya existentes en Noruega que adaptan la instalación a la morfología del terreno y la ocultan bajo su superficie. La antena será retráctil y también podrá quedar oculta.

El ministerio mantiene que "este proyeco es fundamental para la seguridad y la soberanía nacionales y para el tráfico aéreo civil y militar" y añde que su realización tendrá que llevarse a cabo "con máximas consideraciones medioambientales".

"Para el control del espacio aéreo del sur y sudeste de España", agrega Denfensa en un comunicado oficial, "es preciso contar con un radar localizado en un punto dominante de Sierra Nevada, sin que hasta ahora el Ministerio de Defensa haya dedicido cual".

El ministerio ha negado que la instalacióndel radar vaya acompañada de un sistema de protección dotado con misiles, como han sugerido algunos de los opositores al proyecto.