En una nota, el Ministerio de Defensa afirma que la rescisión del contrato "no fue por estar embarazada ni fue objeto de discriminación por razón de sexo, como falsa e interesadamente se está diciendo, sino por el expediente negativo sobre su comportamiento, que aconsejó no renovarle el contrato".

En el caso de la cabo Ana Santos, Defensa señala que "se tuvo en cuenta la opinión de los demás mandos de la Unidad, no sólo del comandante Sanmartín, de cuya actuación no se deduce ningún tipo de ofnsa, persecución o trato discriminatorio", como ha denunciado la ex militar afectada.

Defensa asegura que los informes son el resultado de una minuciosa observación personal del comandante Sanmartín durante siete meses de compartir tareas en la Jefatura de Ingenieros de la Agrupación Táctica "Galicia" en Bosnia y por la observación diaria en la Plana Mayor del Batallón de Ingenieros Aerotransportable, así como por las referencias dadas por los demás mandos de la Unidad.

Al contrario de lo denuncido por la cabo, Defensa expone que "una prueba de la corrección de trato del comandante Sanmartín es que la cabo Santos le invitó a su boda, correspondiendo éste con un pequeño obsequio".