Rodríguez Zapatero participó esta tarde en una charla con jóvenes socialistas en la escuela de verano del PSOE, y respondió a una pregunta de uno de los asistentes sobre la política de Defensa y sus propuestas en este sentido.

Pese a reconocer que es un asunto de Estado que merece prudencia, el líder socialista sentenció que la política de Deensa es "una de las herencias más preocupantes" que dejará el Gobierno del PP, porque puso sobre la mesa un modelo de Ejército "sin pensarlo ni planificarlo", y ahora se está viendo el resultado.

Todo lo ocurrido en los últimos meses, dijo, son "las consecuencias de las ocurrencias, de que se anunció una cosa y luego se pensó, lo cual quiere decir que no estaba planificado cómo hacerlo".

Un Gobierno socialista, anunció, empezará "casi desde cero" esa tarea, con el objetivo de "dignificar el ejércto profesional", modificar sus objetivos estratégicos y sus planes no ejecutados de adquisición de material militar. Se hará con consenso, precisó, "pero es imprescindible".

La meta es hacer un Ejército profesional "serio", con un tamaño adaptado a las posibilidades de España, y con una clara vocación de contribuir a una política exterior y de defensa europeas.

Sugirió además que uno de los cambios necesarios es el régimen de asociación de las Fuerzas Armadas, al considerar "un poco absurdo" queestas alturas de democracia tengan que ser los familiares y allegados de los militares los que expresen y transmitan las quejas, como las que están llegando al PSOE últimamente.

Rodríguez Zapatero reconoció que este objetivo requerirá "un esfuerzo presupuestario", pero se mostró dispuesto a explicarlo adecuadamente a los ciudadanos para que comprendan la necesidad de acometerlo.