Según informó hoy la Dirección General de la Guardia Civil, los agentes encargados del caso descubrieron que estas prácticas contra la salud pública y de intrusismo profesional se realizaban en dos peluquerías de Arrecife y que otras mujeres también habían sido perjudicadas.

Las inyecciones de silicona las realizaba P.A.S.C., de 48 años y vecino de Las Palmas de Gran Canaria, que se desplazaba hasta Lanzarote cuando tenía concertada una cita para realizar estasintervenciones.

Esta persona, en complicidad con las propietarias de las peluquerías (D.M.L.V., de 30 años, y M.D.M.P., de 46), practicaba inyecciones de silicona líquida en las salas de depilación de estos locales, sin la titulación requerida para ello.

Por estas operaciones cobraba unos 180 euros, de los que las peluqueras se llevaban una pequeña comisión. Eran además éstas las que le ayudaban a aplicar una anestesia local.

El detenido compraba en farmacias el material necesario para elaboar y aplicar las inyecciones, ya que el producto utilizado, el aceite de silicona, se vende sin necesidad de receta médica, aunque está prohibido aplicarlo directamente, por el perjuicio que ocasiona a la salud.

La Guardia Civil afirma que la operación continúa abierta y no se descarta la detención de otras personas implicadas en estas prácticas.