Representantes de todos los artidos políticos de Cataluña hicieron acto de presencia en el monumento a Rafael Casanovas, el Parlamento de Cataluña, la tumba de Rafael Casanovas en Sant Boi de LLobregat y el Fossar de les Moreres.

El monumento dedicado al que fuera consejero jefe de Barcelona, Rafael Casanovas, situado en la Ciudad Condal, fue el primer lugar de encuentro de las distintas autoridades catalanas. Representantes de la Generalitat, Diputación y Ayuntamiento, así como delegaciones del PSC y el PP, hicieron su ofrenda oincidiendo este año con el 250 aniversario de la muerte de Casanovas.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, reiteró la necesidad de reafirmar la identidad nacional de Cataluña, se mostró esperanzado en la recuperación económica y manifestó que el momento actual es el idóneo para negociar con Madrid.

Pujol recordó a los catalanes que la celebración del 11 de septiembre ha de servir para reafirmar el patriotismo y la conciencia de país. "La fuerza de Cataluña no debería llegar desde Madrid sino desde los propios catalanes", dijo.

ESTAR EN DESACUERDO

Por su parte, el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, después de hacer la ofrenda criticó el discurso de ayer del presidente de la Generalitat, ya que a su juicio en un momento en que Cataluña está estableciendo un consenso con el Estado, el discurso reivindicativo de Pujol no es el más apropiado.

Según Maragall, las nuevas reivindicaciones de Pujol "obedecen a un cálculo equivocado de aquellos que piensan que es mejor estar siempe en desacuerdo que de acuerdo".

Una delegación del Partido Popular participó también, por primera vez, en la ofrenda ante monumento de Rafael Casanovas. El presidente del PP en Cataluña, Aleix Vidal Quadras, fue fuertemente abucheado por personas que asistían al acto.

Otro de los lugares ya tradicionales en la celebración del 11 de septiembre fue la tumba de Rafael Casanovas, situada en la iglesia de San Baldirio de la localidad de Sant Boi de Llobregat, donde se concentraron alcaldes de la zonay representantes de las principales instituciones políticas.

El consejero de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Josep Maria Cullell, presente en Sant Boi, no quiso contestar a las declaraciones críticas de Pasqual Maragall, por entender que el alcalde de Barcelona "sólo intenta entrar en polémica con todo el mundo y no hacer de alcalde. La única recomendación que hoy le hago es que se dedique a hacer de alcalde para que la ciudad funcione".

El único partido político que deciió hacer la ofrenda en solitario fue Esquerra Republicana de Catalunya. El presidente de ERC y diputado europeo, Eribert Barrera, declaró en Sant Boi que la libertad catalana está próxima y que Cataluña no necesita de ningún intermediario. En su opinión, los intereses catalanes "son sistemáticamente olvidados", por lo que sus reivindicaciones ya no son patrióticas, "sino que es una cuestión de dignidad".

El Fossar de les Moreres, lugar donde fueron hallados los restos de los mártires de la guerra de 114 y donde habitualmente se reunen los grupos independentistas, fue el marco más reivindicativo de la jornada.

Los independentistas pidieron la libertad de los presos catalanes, el cambio del escudo de la ciudad de Barcelona y acabar el proyecto de remodelación del Fossar, devolviendo los restos que allí se encontraron durante la realización de unas obras de remodelación.

CATALUÑA LIBRE

En el Fossar de les Moreres destacaron las intervenciones de la diputada de ERC, Pilar Rahola, y los dirigents de la Assemblea Unitat Popular, que agrupa a distintos grupos independentistas. Rahola destacó los tres principios fundamentales sobre los que se sostiene Cataluña: la autoestima, la tradición y la resistencia.

"Venimos de la resistencia y hemos de llegar hasta el final; no nos dejaremos estafar por las negociaciones y los pactos, que lo único que hacen es hacernos jugar a muñecas", continuó Rahola, para finalizar asegurando que los independentistas no dejarán de luchar hasta conseguir que Cataluña ea libre.

El último lugar de encuentro de las autoridades y políticos catalanes fue el Parlamento autonómico, donde el presidente, Joaquim Xicoy, destacó la necesidad de convertir la Diada en una jornada festiva, puesto que "las reivindicaciones ya se hacen a lo largo de todo el año".

El presidente del Parlamento ofreció una recepción a las autoridades civiles y militares de Cataluña en la Sala de Pasos Perdidos, donde fue interpretado el himno catalán, "Els Segadors", cuya oficialidad fue aprobaa en febrero pasado.

Las restantes provincias catalanas también celebraron hoy la Diada, aunque Gerona esperará la visita que esta tarde hará el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, para iniciar los actos oficiales.