Corrupción
Díaz deplora que se firmaran “mordidas” en plena pandemia y contradice a Sánchez: “La corrupción cero sí existe”

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La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, reprobó este sábado que, mientras en su departamento se negociaban los ERTE o la reforma laboral durante la pandemia, otros “acordaban mordidas” muy cerca, en alusión al Ministerio de Transportes, al tiempo que avisó de que “la corrupción cero sí existe”, en contra de lo manifestado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien pone el foco a la respuesta que se le da, porque ninguna organización está “libre” de poder sufrir algún caso.
Díaz intervino este sábado en el XIII Congreso Confederal de CCOO, celebrado entre este jueves y sábado en Madrid, donde abrió su discurso señalando que se sentía “en casa” y donde fue interrumpida continuamente con aplausos.
En su alocución, dedicó especial atención a los casos de corrupción que se están conociendo estos días en el seno del Gobierno y del PSOE y mostró su “indignación”, llamando “golfos” y “sinvergüenzas” a sus protagonistas, en alusión implícita a Ábalos, Cerdán y Koldo García.
“No somos todos iguales. La corrupción cero sí existe”, sentenció Díaz, quien sostuvo que los trabajadores y trabajadoras de este país, “cada día” van a su trabajo y no “roban”. Además, contrapuso el comportamiento del bipartidismo con el de su espacio político, afirmando que “somos limpias”.
“Tenemos un espacio político que ha gobernado y nunca ha robado”, ahondó la líder de Sumar en el Gobierno de coalición, presumiendo de que cuentan con cinco ministerios sin casos de corrupción. “Claro que se puede acabar con la corrupción. Es más, es una obligación”, remarcó.
El concepto de la política en el que dijo que ella cree es en el que “cambia la vida de la gente” y no en el que otros aplican que es el de enriquecerse y modificar su propia vida. Así, arremetió contra los “comportamientos de golfos, señores corruptos y su deleznable forma de actuar”, aunque presumió de que “a nosotros y a nosotras no nos pueden mirar a la cara””, incluidos los afiliados de CCOO. En este punto, contrapuso el hecho de que, en plena pandemia, en el Ministerio de Trabajo, ella, su equipo, los sindicatos y la patronal “nos estábamos matando” para sacar adelante los ERTE o la reforma laboral, mientras muy cerca, en alusión al Ministerio de Transportes que lideraba José Luis Ábalos, “estaban robando” y acordando “mordidas”.
A continuación, y sin citar a Pedro Sánchez, quien estos días ha manifestado que ninguna organización está “libre” de poder sufrir un caso de corrupción, la vicepresidenta segunda espetó que “no somos todas iguales”, pues “la corrupción cero sí existe”.
"No somos iguales. De ninguna manera". “Claro que se puede acabar con la corrupción. Es más, es una obligación”, exhortó, antes de poner como ejemplo que “hay países muy contemporáneos” y cercanos en los que estas prácticas no se dan.
Del mismo modo, hizo una cerrada defensa de la izquierda, de la que dijo que “no roba”, porque “nos lo han enseñado en casa” y esa es “nuestra identidad”. En su opinión, “el problema no es nuevo, ya lo conocemos”, pues está concentrado en el PP y el PSOE, por lo que urgió a “acabar” con esa forma de gobernar.
Al hilo, denunció que “muchos empresarios se han acostumbrado a llamar a la puerta” de los dos grandes partidos aunque presumió: “A mi puerta no ha venido nunca nadie a ofrecerme nada porque saben lo que se van a encontrar”.
Y ello pese a que, según declaró, se reúne con frecuencia con empresarios, si bien de lo que más “orgullosa” se siente es de que a su “puerta” quienes llaman también son los más “vulnerables”, como las empleadas de hogar, los 'riders' y las cajeras, entre otros.
“A estos personaje les digo que ojalá hubieran aprendido algo: no merecen nuestro respeto y no merecen en absoluto representarnos”, recalcó Díaz sobre los “corruptos”, sobre quienes dijo que espera que “caiga todo el peso de la ley”.
Asimismo, exigió impulsar medidas de “regeneración” que pongan el foco no solo en los corruptos, sino en “los corruptores”, al tiempo que instó a que el Gobierno dé “un giro social de 180 grados” para dar motivos a la ciudadanía para que “defiendan a este Gobierno en los centros de trabajo, de formación, en las calles y en todos los lugares”.
A su criterio, es cuando los trabajadores viven en la precariedad cuando están más cerca de “arrojarse a la extrema derecha”, de la que denunció su agenda, “que no está oculta, sino que es pública” y pasa por el “recorte” de derechos laborales y sindicales.
Dicho esto, auguró que “no van a ganar”, en referencia a que PP y Vox no van a llegar al Gobierno en las próximas elecciones, si bien para ello indicó que es “imprescindible” trabajar para mejorar la vida de la ciudadanía.
(SERVIMEDIA)
21 Jun 2025
DMM/clc