El edil explicó que abandonará su cargo después del debate de los presupuestos municipales de 1994, porque no le parece ético participar en la discusión que próximamente se celebrará sobre la revisión del Plan General de Ordenación Urbana de Zaragoza, al ser propietario de unos terrenos en la ciudad que pueden verse afectados por nuevas recalificaciones previstas en ese proyecto.

Ramón Alfonso aseguró que los motivos de su dimisión son "sencillos" y expicó: "No debo estar en una institución donde se va a debatir un Plan General de Ordenación Urbana que puede afectar a mis intereses personales y familiares".

Añadió que por ello "no debo estar dentro de la institución que va a debatir ese plan" y señaló que quiere sentirse "cómodo" y "absolutamente libre en todos los aspectos de mi vida".

Según el reglamento del consistorio zaragozano, no es necesario que un concejal presente su dimisión en un caso como éste, ya que basta con que se ausente del ógano municipal que trate el asunto que le afecte personalmente.

Sin embargo, el concejal regionalista ya ha comunicado su decisión a los máximos responsables del PAR y aseguró que su dimisión ha sido comprendida.

"Entienden perfectamente los motivos y no ha habido discrepancias ni por parte del secretario general (Emilio Eiroa) ni por parte del presidente (José María Mur)", dijo Alfonso, quien expresó que por ello "les estoy tremendamente agradecido".

El concejal del PAR tiene previsto habla en breve con el alcalde de Zaragoza, Antonio González Triviño, para comunicarle su inminente abandono del cargo, que será cubierto, casi con toda probabilidad, por el siguiente candidato en la lista del PAR en las últimas elecciones municipales, María Antonia Morales.