La decisión de Gómez se fundamenta en "motivos personales", fundamentados en el cansancio acumulado en los últimos meses con la negociación y puesta en marcha de la reforma laboral, de la que ha sido el principal muñidor.

Gómez ya estuvo varias semanas de baja el pasado año aquejado de problemas de salud, pero se incorporó a su puesto de trabajo pese a que se especuló sobre su marcha del ministerio que dirige Jesús Caldera.

Junto al secretario general de Empleo abandonará su cargo el director general del Servicio Público Estatal de Empleo, Valeriano Baíllo, que también ha pedido ser sustituido por problemas de salud. En su caso, está convaleciente de un desprendimiento de retina.

Entre los posibles sustitutos de Valeriano Gómez figura Antonio González, antiguo responsable del Gabinete Técnico de UGT que se incorporó a la Secretaría General de Empleo en abril de 2004, tras la victoria socialista.

El todavía secretario general de Empleo estuvo antes de incorporarse a su cargo realizando labores de asesoría del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, entonces en la oposición.

Valeriano Gómez también colaboró en la redacción del programa electoral con el que el PSOE se hizo con la victoria en los comicios del 14 de marzo de 2004.