Pérez Osma, que precisamente es miembro de la Mesa de la Comisión de Justicia en la que se ha tramitado esta ley, estaba hablando con sus compañeras de escaño cuando Guillermo Mariscal, como secretario del Congreso, citó su nombre para que expresara el voto. Este parlamentario por Cuenca se levantó y, de viva voz, afirmó que “sí”, pero ante el revuelo creado rápidamente y con aspavientos expresó su negativa. Mariscal lo vuelve a llamar y él expresa un “no” sonoro, aunque sin micro, que el miembro de la Mesa repite como “no” y así quedó contabilizado. Esta situación provocó las risas de algunos diputados como la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

Durante esta votación a viva voz de la amnistía, solicitada por el PP para que los diputados quedasen retratados, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, protagonizó una pequeña anécdota al estar despistado cuando lo llamaron a votar. Tuvieron que insistir en su nombre para que Feijóo expresase su “no” a la ley de amnistía.