Muñoz Repiso recordó que el verano pasado se produjeron 900 muertos en las carreteras españolas "y pretendemos no batir esta riste marca".

En declaraciones a Radio Nacional con motivo del comienzo de la operación salida del verano, Muñoz Repiso indicó que "cuando alguien prepara un largo viaje tiene conciencia de que va a hacer una actividad un poco arriesgada, pero en ocasiones se baja la guardia en los pequeños desplazamientos".

Por otra parte, el director general de Tráfico recordó que casi la mitad de los conductores que han muerto al volante en nuestro país no llevaban el cinturón de seguridad puesto. "Que se pongn el cinturón de seguridad, que es lo que realmente evita en muchas ocasiones la muerte o lesiones graves", dijo.

También apuntó que en los próximos dos meses se incrementarán los controles de alcoholemia: "Vamos a hacer todo lo posible para que los conductores no se pongan al volante bajo los efectos de las bebidas alcohólicas".

Añadió que los conductores deben concienciarse del peligro añadido que supone conducir bajo los efectos de estas bebidas, "por lo que hemos dotado a la Agrupación de Tráico de la Guardia Civil de alcoholímetros para poder controlar los niveles de alcohol de los conductores".