En declaraciones a Servimedia, Duran reprochó a Zapatero una intervención "cargada de buenas intenciones", al señalar como objetivos del Gobierno "la paz, la convivencia y la extensión de los derechos cívicos y sociales".

"Pero a la hora de poner ejemplos sólo se refiere a la igualdad de hombre y mujer, a la Ley de Dependencia, que vamos a enmendar en su totalidad por no dar respeto a la garantía de los derechos de las personas dependientes, y a la política familiar reducida a la ley de matrimonios homosexuales".

Denunció que "este es el Gobierno que tiene menos claro de todos los gobiernos europeos una política de apoyo a la familia y a su estabilidad", denunció. "Y más allá de políticas de galería sobre inmigración no es capaz de garantizar que la cantidad y la calidad de la misma preservará en el futuro la cohesión social en España y en particular en Cataluña".

A su juicio, "el Gobierno debería tener otros objetivos encima de la mesa, como tomar alguna medida económica de entidad que permita reestructurar la inflación y el déficit de nuestras empresas en el momento de exportar, como consecuencia de que España está a la cola en I+D+I, y en la regulación de las relaciones laborales" en favor de un empleo estable y de calidad.

Por otro lado, Duran respondió al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, quien indicó que el apoyo de CiU al Gobierno de Zapatero dará estabilidad, pero que de ninguna manera eso debe conllevar la disolución del Parlamento Catalán porque los convergentes presionen para ello.

"CiU no se ha planteado ni se plantea entrar en esta legislatura en el gobierno de España" subrayó el secretario general de la federación nacionalista, quien se mostró convencido de que "el futuro pasa en Cataluña por una victoria de Convergencia i Unió en la Generalitat".

Finalmente, Duran remarcó que, "en cualquiera de los casos, no será necesario poner a prueba que CiU pueda estar o no en el Gobierno de Madrid en función de si está o no en el Gobierno de Cataluña".