Análisis

La economía mundial se duplica desde 2000, pero persiste la pobreza y aumenta el daño planetario

- Según un estudio de la Universidad de Oxford

MADRID
SERVIMEDIA

La economía global se duplicó entre 2000 y 2022, pero dejó a miles de personas sin acceso a servicios esenciales como alimentos, vivienda y atención sanitaria, al tiempo que empujó rápidamente a los sistemas de soporte vital de la Tierra más allá de los límites seguros.

Esa es la conclusión principal de un estudio realizado por Andrew Fanning y Kate Raworth, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), y publicado en la revista ‘Nature’.

Por primera vez, esos investigadores crearon un tablero de control global anual que rastrea las tendencias del siglo XXI en materia de déficit social y exceso ecológico, y revela hasta qué punto los países ricos impulsan la mayor parte de este exceso, mientras que los más pobres soportan el peso de la privación.

Los autores analizaron las tendencias de 35 indicadores desde 2000 hasta 2022 utilizando la teoría del ‘donut’, impulsada por Raworth en 2012 y que evalúa si la economía mundial satisface las necesidades de todas las personas dentro de los recursos del planeta.

Así, esa teoría emplea la metáfora del dónut o rosquilla por constar de dos anillos concéntricos: el interior supone una base social que garantiza que nadie carezca de lo esencial para la vida y el exterior simula un ‘techo ecológico’ que asegura que la humanidad no desestabiliza los sistemas vitales que sustentan la vida en la Tierra. Entre estos dos conjuntos de límites se encuentra un espacio con forma de dónut que es ecológicamente seguro y socialmente justo, y en el que la humanidad puede prosperar.

Fanning y Raworth apuntan que el progreso en la lucha contra la privación humana debe acelerarse cinco veces para alcanzar los objetivos globales en 2030, mientras que el daño ecológico debe revertirse a casi el doble del ritmo actual para salvaguardar un planeta estable a mediados de siglo.

HALLAZGOS CLAVE

El estudio apunta que el crecimiento económico ha superado con creces los avances en la erradicación de la pobreza. Entre 2000 y 2022, el PIB mundial se duplicó, pero la reducción de las privaciones humanas fue modesta. Al ritmo actual, el mundo está lejos de alcanzar la eliminación de las graves deficiencias en alimentación, salud, educación y vivienda para 2030.

Además, el sobregiro ecológico se ha agravado. En 2022, la humanidad ya había superado al menos seis de los nueve límites planetarios. Reparar el daño requiere revertir el rumbo casi al doble de la velocidad actual.

Los autores subrayan que persisten profundas desigualdades porque el 20% de los países más ricos (donde vive un 15% de la población mundial) es responsable de más de un 40% del exceso ecológico, mientras que el 40% más pobre (donde vive un 42% de la población mundial) sufre más del 60% de la privación mundial.

Los investigadores urgen a ir más allá del PIB como medida de éxito y reorientar las economías para crear un futuro seguro y justo, donde las necesidades sociales se satisfagan dentro de los límites ecológicos de la Tierra.

“Nuestro análisis muestra que, a pesar del rápido crecimiento económico mundial, la humanidad sigue dejando a miles de millones de personas en la miseria, al tiempo que lleva a la Tierra más allá de sus límites de seguridad. El mundo está desequilibrado; necesitamos urgentemente economías diseñadas para garantizar tanto el bienestar humano como la salud del planeta”, según Fanning.

Raworth añade que “seguir la tendencia global de la rosquilla revela una cruda realidad: la obsesión por un crecimiento incesante del PIB, especialmente en los países más ricos, está alejando rápidamente al mundo de un futuro próspero, en lugar de acercarlo a él”. “Es hora de centrarse, en cambio, en crear economías regenerativas y distributivas por diseño, ya que este será el sello distintivo del progreso del siglo XXI”, concluye.

(SERVIMEDIA)
03 Oct 2025
MGR/gja