Según el Ministerio, el acuerdo “contribuye a reforzar la posición de la Unión Europea en el comercio internacional, impulsando la apertura a nuevos mercados y consolidando ambas regiones como aliados estratégicos en un momento crucial”.

Economía destacó que España ha tenido un papel “activo e impulsor” durante las negociaciones, en las que ha defendido la importancia estratégica del acuerdo tanto para la Unión Europea como para el tejido empresarial español, asegurando que el mismo contemple garantías para la protección de los sectores agrícolas sensibles.

El Gobierno resaltó que este acuerdo abrirá nuevas oportunidades para empresas españolas, especialmente en sectores con gran potencial exportador y de inversión como, las semimanufacturas, los bienes de capital, automoción, los productos químicos o el aceite, vino y licores, lo que garantizará un acceso preferente y estable.

El acuerdo traerá “beneficios concretos para las pymes”, que contarán con un marco transparente y accesible para operar en mercados exteriores y reforzarán su actividad.

Este paso de presentación a los Estados miembros refleja, según el Ministerio de Economía, “el compromiso de España y de la Unión Europea con un comercio internacional basado en reglas, sostenible y equilibrado, en beneficio de ciudadanos y empresas”.