Así se puso de manifiesto durante el diálogo ‘Perspectivas económicas tras la guerra de Ucrania’, organizado por Servimedia, en el que participaron el responsable de Análisis Económico de BBVA Research, Rafael Domenech; el estratega jefe de XTB brokers, Pablo Gil, y el economista jefe de Tressis, Daniel Lacalle.

Rafael Domenech defendió que “es muy importante no romper lo que es el esquema marginalista de fijación de precios” actual y potenciar, en su defecto, contratos “estables” de la electricidad para que no estén tan sujetos a los cambios del mercado. A su juicio, el porcentaje de contratos estables en España “no es tan elevado como en otros países”. Asimismo, aseguró que en la fijación de precios en el mercado mayorista podría utilizarse, en lugar del precio diario, un promedio de varias jornadas, lo que “suavizaría el problema” de altos precios, pero “no lo eliminaría”.

Según este economista, no se puede “solucionar el problema” de los precios “que nos preocupa” creando otro “más grave” a largo plazo. "No rompamos, no destrocemos un mercado que hasta ahora ha funcionado bastante bien. Esta estructura de mercado lo que nos está garantizando es seguridad en el suministros, en el sentido de que no hay apagones ni cortes de luz. Es algo que tenemos que poner en valor”, añadió.

Domenech declaró también que en materia de energía se debe tener “una estrategia como país y como Europa”, al tiempo que sostuvo que la UE “está haciendo bien las cosas”, pese a que hay “una serie de recursos naturales que Europa no tiene”. Por ello, señaló que no se puede comparar la estrategia de la UE con otros países como Estados Unidos y valoró positivamente la hoja de ruta europea de apostar por la transición verde.

En este sentido, Pablo Gil apoyó también la transición ecológica, pero avisó de que Europa ha querido solucionar “en un período de tiempo cortísimo” esta cuestión. Igualmente, afirmó que se deben impulsar estrategias a largo plazo porque, en su opinión, “reaccionamos al precio en cada momento e intentamos ajustarnos en función del problema”.

“Siempre llegamos a intentar imponer estas medidas de cambio estructural cuando el problema es muy evidente y no planteamos el cambio de modelo cuando no hay un problema previo”, añadió. En esta línea, lamentó que se adoptan decisiones “in extremis”, concentradas “en cortos períodos de tiempo”, lo que “normalmente da resultados muy malos”.

Mientras, Daniel Lacalle explicó que no se deben reducir las fuentes de energía existentes durante el proceso de transición ecológica para no crear “un daño mayor” a corto plazo. Además, coincidió con Domenech en que no se debe eliminar el actual sistema de fijación de precios de la electricidad porque “todos los precios del mundo son marginalistas”.

“España es el único país en el que la tarifa regulada por el Gobierno está 100% ligada al mercado diario. Por lo tanto, cuando el mercado diario se dispara, se crea una enorme alarma social con toda la lógica”, abundó Lacalle, que detalló que otros países tienen mercados de futuros.

Por esta razón, calificó de “aberración” que se plantee eliminar el gas del sistema de fijación de precios porque se eliminaría “la señal de precios” que ha permitido que se invierta en energías renovables y que se “genere más inversión para garantizar la seguridad del suministros”. En esta línea, subrayó que ya nadie “se acuerda de los apagones” gracias a los mecanismos existentes en la actualidad.

AISLAR A RUSIA

En cuanto a la dependencia de Europa con el gas ruso, Rafael Domenech resaltó que Rusia “obtiene unos ingresos enormes”, por lo que destacó que “es parte del debate moral”, ya que con la compra de gas “estamos financiando la guerra”. Asimismo, señaló que con la caída de la economía del país, se “reducirá también el gasto en defensa”, a no ser que aumenten esta partida “a costa de hundir el resto”.

Coincidió con esta postura Pablo Gil, quien dijo que el Gobierno de Putin se ha encontrado "una situación mucho más agresiva de lo que inicialmente podría prever”.

En cambio, Daniel Lacalle pidió no caer en “el error” de la “visión muy europea” de que se puede “ahogar” económicamente a Rusia no comprando gas, porque “no hemos sido capaces de aislar económicamente a Irán o a Corea del Norte”. Además, auguró que si Europa no compra el gas ruso, que tiene un coste más reducido que otros mercados, lo adquirirán otros países, al tiempo que apuntó que existen contratos con vigencia durante años que comprometen la compra de gas.

En todo caso, afirmó que podría adquirirse solo “una pequeña parte” del gas a Rusia acudiendo a otros mercados como EEUU, Noruega, Mar del Norte, Catar, Nigeria, Argelia e Israel.

Por último, sobre la posibilidad de que Rusia tenga que suspender pagos, Rafael Domenech auguró que “el default parece seguro”, porque van a pagar en rublos el próximo vencimiento de deuda. “Con un rublo que está “totalmente devaluado es un default que si no es técnico lo será al cabo de 30 días”, apuntaló.