Lo hizo a través de un comunicado en el que recogió declaraciones de su directora general, Pilar Orenes, quien expuso que “ahora mismo nos preocupa especialmente la situación de los niños y niñas, que llevan años viviendo en un país en guerra” y para los que “el terremoto es una nueva desgracia”.

La ONG ha movilizado a los equipos para analizar la situación en la región siria de Alepo, una de las más afectadas por el seísmo, e iniciar la distribución de productos de primera necesidad y otros materiales, como mantas.

Por su parte, Pilar Orenes señaló que “ahora, con este terremoto, el primer paso es asegurar su protección y su alimentación, pero sin olvidar que la educación también es urgente”, por lo que “en la medida de lo posible y cuando la situación lo permita, es importante que estos niños y niñas puedan seguir aprendiendo”, ya que “si no lo hacen, está en juego el presente y el futuro del país”.