En un ejercicio de fino equilibrio, guerristas y renovadores ocuparon sus plazas en ambos comités, cuya designación estaba prácticamente cerrada desde el día anterior tras una reunión del secretario general del partido con los miembros del "aparato" de Ferraz.

Para completar el cuadro, González fue elegido por abrumadora mayoría como candidato del partido a la presidencia del Gobierno, mientras que el número dos del PSOE, Alfonso Guerra recibía, a propuesta del secretario general, el ecargo de coordinar la campaña electoral.

El presidente del Gobierno hizo al término de la reunión una autocrítica por las diferencias existentes entre las distintas "familias" del partido e hizo borrón y cuenta nueva de las turbulencias que supusieron en pasadas semanas las repercusiones del "caso Filesa".

"Pido perdón a los centenares de militantes, simpatizantes y votantes que no entienden que haya diferencias", declaró González. "He pedido a la gente que se ponga a trabajar", añadió, "porque n existen problemas de fondo entre nosotros".

SAVIA JOVEN Y CARAS POCO HABITUALES

La dirección del partido apostó por la salida a la palestra de la savia joven del PSOE, encarnada por los secretarios generales del partido en Cataluña, Raimon Obiols, y en el País Vasco, Ramón Jáuregui.

Jáuregui, que puede jugar un papel fundamental en la recuperación de votantes del PSOE, señaló que se trata de ofrecer "un programa innovador, fresco y de gran impacto".

Asimismo, Jáuregui acompasó su autocrítca a la del presidente del Gobierno: "El PSOE ha heho una política socialdemócrata y, sin embargo, ha hecho un discurso neoliberal pues nuestro discurso no ha puesto el acento en las conquistas sociales".

Desde Austria llegaban los vaticinios de Felipe González sobre la posibilidad de que el próximo Gobierno "sea débil" y "los gobiernos débiles", aseguró, "no son buenos en ninguna época, y menos en época de incertidumbre internacional".

CAL Y ARENA DESDE EL EXTRANJERO

Por otro lado, daba una decal y otra de arena en su flirteo con los nacionalistas de Convergencia i Unió y del Partido Nacionalista Vasco.

Durante su visita oficial a Austria, afirmó que "tienen que cambiar su psicología", ya que en su opinión "un ministro de Industria (nacionalista) no puede ser primero ministro para su región y después para todo el territorio".

Menos de 24 horas después, desde Varsovia, dijo compartir con CiU y PNV "elementos de la transición" y aseguró que mantienen "un estilo de relaciones en el que s parte de la base de que no todo vale, que hay ciertas reglas del juego que se deben respetar".

El PSOE asiste a su particular renacimiento entre el cisma provocado en IU por la dimisión de Cristina Almeida, Nicolás Sartorius y Pablo Castellano y el pulso del presidente cántabro con el Partido Popular con la inscripción de su propio partido, la Unión para el Progreso de Cantabria, en la Junta Electoral Central.

Estas fisuras de los dos principales partidos de la oposición, pueden mover la balanzade votos y la cesta de indecisos hacia las posiciones del partido en el poder, que celebra hoy su primer gran mitin en Badajoz con la presencia de Felipe González, que marcará, previsiblemente, las pautas discursivas del PSOE en la campaña electoral.