Clima y energía

Las emisiones de CO2 en energía baten un nuevo récord anual, un 1% más que antes de la pandemia

- La Agencia Internacional de la Energía cierra la puerta a nuevos yacimientos de carbón, petróleo y gas

MADRID
SERVIMEDIA

Las emisiones mundiales de dióxido de carbono (CO2) en el sector energético alcanzaron el año pasado un nuevo récord de 37.000 millones de toneladas, un 1% por encima de su nivel antes de la pandemia de la covid-19, aunque se prevé que alcancen su punto máximo esta década.

Ese dato figura en la actualización del informe ‘Net Zero para 2050: una hoja de ruta para el sector energético mundial’, de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Ese documento se difundió en mayo de 2021 y este martes se publicó una nueva versión con propuestas para que el planeta sea climáticamente neutro en 2050.

Ese documento se dio a conocer pocos días antes de la Cumbre Internacional sobre Clima y Energía, que tendrá lugar el próximo 2 de octubre en Madrid coincidiendo con la Presidencia española del Consejo de la UE y reunirá a ministros de energía y clima, líderes de la industria, finanzas y la sociedad civil de todo el mundo para preparar la próxima Cumbre del Clima (conocida como COP28), que comenzará en Dubái (Emiratos Árabes Unidos) el 30 de noviembre.

Según la AIE, el camino para limitar el calentamiento global a 1,5 grados respecto a la era preindustrial “se ha estrechado”, pero el crecimiento de las energías limpias “lo mantiene abierto”. No en vano, llevar las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético mundial a cero neto en 2050 y limitar el calentamiento 1,5 grados es posible gracias al crecimiento récord de tecnologías clave de energía limpia.

Al igual que en la hoja de ruta de 2021, la AEA no cree necesario invertir en nuevos yacimientos de carbón, petróleo y gas natural. Para 2035, las emisiones de CO2 en el sector energético tienen que disminuir un 80% en las economías avanzadas y un 60% en las economías de mercado emergentes y en desarrollo en comparación con el nivel de 2022.

"En vísperas de la COP28, los últimos datos científicos son inequívocos: la era de los combustibles fósiles está llegando a su fin. Este nuevo informe es claro: la única manera de avanzar en el sector energético es desarrollar las energías renovables, la eficiencia y la electrificación. No se necesitan nuevos yacimientos de petróleo o gas ni minas de carbón. En Dubái, la presidencia de la COP tendrá que demostrar cómo es el liderazgo post-combustibles fósiles", indica Laurence Tubiana, CEO de la Fundación Europea del Clima y ‘arquitecta’ del Acuerdo de París.

DESPLIEGUE DE RENOVABLES

El informe recalca que la velocidad de despliegue de las principales tecnologías energéticas limpias hace que la IEA prevea que la demanda de carbón, petróleo y gas natural alcance su punto máximo esta década.

La evolución positiva de los dos últimos años incluye las instalaciones de energía solar fotovoltaica y las ventas de coches eléctricos, que se ajustan a los hitos establecidos en el informe de 2021.

Triplicar la capacidad mundial instalada de energías renovables hasta 11.000 gigavatios en 2030 proporciona la mayor reducción de emisiones hasta final de esta década en el escenario ‘Net Zero para 2050’.

Los vehículos eléctricos y las bombas de calor impulsan la electrificación en todo el sistema energético, al proporcionar casi una quinta parte de las reducciones de emisiones hasta 2030.

"Es necesario acelerar la transición energética mundial, instalando las energías renovables más rápidamente, de forma que se proteja y restaure la biodiversidad y se respete e implique a las comunidades locales. Esto es esencial para que las energías renovables cuenten con el apoyo social que necesitan para sustituir a los combustibles fósiles a la velocidad requerida”, según David Howell, responsable de políticas energéticas de BirdLife Europa y Asia Central.

Por otro lado, la AIE prevé que el mundo invertirá este año la cifra récord de 1,8 billones de dólares en energías limpias, cifra que deberá ascender a unos 4,5 billones de dólares anuales a principios de la década de 2030.

Desde 2021, el crecimiento récord en la capacidad de energía solar y las ventas de automóviles eléctricos están en línea con un camino hacia cero emisiones globales netas para mediados de siglo, al igual que los planes de la industria para el despliegue de nueva capacidad de fabricación para ellos.

MÁS AUDACIA

Sin embargo, la AIE propone más audacia en esta década. En la ruta neta cero actualizada de este año, la capacidad mundial de energía renovable se triplica para 2030. Mientras tanto, la tasa anual de mejoras en la eficiencia energética se duplica, las ventas de vehículos eléctricos y bombas de calor aumentan drásticamente y las emisiones de metano del sector energético caen en un 75%. Estas estrategias en conjunto logran más del 80% de las reducciones necesarias para finales de la década.

“Mantener vivo el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados requiere que el mundo se una rápidamente. La buena noticia es que sabemos lo que debemos hacer y cómo hacerlo. Nuestra hoja de ruta ‘Net Zero 2023’, basada en los datos y análisis más recientes, muestra un camino a seguir”, sentencia el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

HOJA DE RUTA

La hoja de ruta de la AIE describe una ruta hacia cero emisiones netas para el sector energético global para 2050, pero reconoce la importancia de fomentar una transición equitativa que tenga en cuenta las diferentes circunstancias nacionales.

Por ejemplo, las economías avanzadas deben alcanzar el cero neto antes para dar más tiempo a las economías emergentes y en desarrollo. Y la vía neta cero logra el pleno acceso a formas modernas de energía para todos para 2030 a través de una inversión anual de casi 45.000 millones de dólares al año, poco más del 1% de la inversión del sector energético.

No obstante, mantener el rumbo significa que casi todos los países deben adelantar sus fechas objetivo de cero emisiones netas. También depende de movilizar un aumento significativo de la inversión, especialmente en las economías emergentes y en desarrollo. En la nueva vía cero, el gasto mundial en energía limpia aumentará de 1,8 billones de dólares en 2023 a 4,5 billones de dólares anuales a principios de la década de 2030.

En el escenario actualizado de cero emisiones netas, un enorme aumento de la capacidad de energía limpia impulsado por políticas hará que la demanda de combustibles fósiles sea un 25% menor para 2030, lo que reducirá las emisiones en un 35% en comparación con el máximo histórico registrado en 2022. Para 2050, la demanda de combustibles fósiles cae en un 80%.

Como resultado, no se necesitan nuevos proyectos de petróleo y gas de largo plazo, ni nuevas minas de carbón, extensiones de minas o nuevas plantas de carbón sin cesar. No obstante, se requiere una inversión continua en algunos activos de petróleo y gas existentes y en proyectos ya aprobados.

Según el informe, cadenas de suministro más resilientes y diversas para tecnologías de energía limpia y los minerales críticos que se necesitan para fabricarlas son clave para construir un sector energético con cero emisiones netas.

El informe destaca la importancia de una cooperación internacional más sólida para limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Advierte que no aumentar suficientemente la ambición y la implementación de aquí a 2030 crearía riesgos climáticos adicionales y haría que el logro del objetivo de 1,5 grados dependiera del despliegue masivo de tecnologías de eliminación de carbono, que son costosas y no están probadas a escala.

“Eliminar carbono de la atmósfera es muy costoso. En primer lugar, debemos hacer todo lo posible para dejar de incluirlo allí”, afirmó Birol, antes de añadir: “El camino hacia los 1,5 grados se ha estrechado en los últimos dos años, pero las tecnologías de energía limpia lo mantienen abierto”.

(SERVIMEDIA)
26 Sep 2023
MGR/pai