Los montañeros fueron sorprendidos por una avalancha en las cercanías del refugio de Respomuso, en la localidad oscense de Sallent de Gállego (Huesca), cuando descendían del pico Balaitus. El grosor de nieve, de hasta quince metros, acumulado tras varios aludes consecutivos han hecho imposible hasta el momento el rescate de los dos jóvenes aún sepultados.

Los equipos de rescate, que realizaron reconocimientos aéreos y terrestres, decidieron utilizar una nueva técnica que consiste en lanzar agua caliente a presión sobre la nieve para licuarla en determinadas áreas.

Según informaron a Servimedia fuentes del Gobierno Civil de Huesca, los equipos de rescate bombearán agua del cauce del río Aguas Limpias, que discurre pocos metros por debajo de la zona del alud. Posterirmente, este agua se calentará mediante un intercambiador de calor y será proyectada a presión sobre los cúmulos de nive.

ABRIR AGUJEROS

Está previsto que esta técnica permita abrir agujeros en la nieve de un metro y medio de diámetro, aproximadamente, por lo que se tiene la esperanza de alcanzar los cadáveres de los montañeros.

El intercambiador de calor, el equipo de bombeo y los generadores de corriente necesarios, que comenzaron a ser montados esta mañana, fueron proporcionados por los servcios de Protección Civil en Vizcaya, a petición de la Federación Aragonesa de Montaña.

En esta operación también participarán técnicos vizcaínos, que se desplazaron hasta la zona donde se hallan los grupos de rescate para ayudar en el uso del material.