RSC

Las empresas que colaboran con la Fundación Seres invierten 9,37 millones de euros de media en programas sociales

- Benefician con ello a más de 25 millones de personas

MADRID
SERVIMEDIA

Las empresas que colaboran con la Fundación Seres invierten 9,37 millones de euros de media en programas sociales que benefician a más de 25 millones de personas, según se desprende del XI Informe de Impacto Social de las Empresas, presentado este miércoles por Deloitte y Fundación Seres y que analiza cómo las compañías españolas están contribuyendo al progreso social y económico a través de sus políticas de sostenibilidad y gestión responsable.

Según informaron ambas entidades, esta edición pone de relieve cómo las compañías integran inversión social, generación de empleo y movilización de sus equipos para maximizar su impacto positivo en la sociedad.

Entre las principales conclusiones del informe, se destaca que las compañías que colaboran con la Fundación Seres destinaron una media de 9,37 millones de euros a programas sociales durante 2024. Además, en este ámbito, el 60% de las empresas prevé mantener su inversión social en los próximos dos años y un 22% anticipa un incremento. Gracias a esta inversión se llevaron a cabo una media de 233 iniciativas sociales por compañía, de las cuales el 69% concentra su impacto en el ámbito educativo. Le siguen salud y bienestar social, con un 67%, y empleo e integración laboral, con un 56%.

Mediante este compromiso social, se beneficiaron más de 6,5 millones de personas en el ámbito nacional y más de 18 millones de personas a nivel internacional.

Las empresas Seres generaron más de 705.000 empleos directos y aportaron cerca de 474 millones de euros de contribución media por empresa en impuestos a las arcas públicas. De media, cada empresa que colabora con la Fundación Seres impacta en más de 560.000 beneficiarios.

Durante la presentación del Informe, Ana Sainz, directora general de Fundación Seres, destacó que “en un contexto de incertidumbre como el que estamos viviendo, integrar el impacto social en la estrategia se ha convertido en una oportunidad real para reforzar la competitividad empresarial. El Informe del Impacto Social de las Empresas es una fotografía rigurosa de cómo la empresa española apuesta precisamente por apoyar lo social como uno de los elementos estratégicos en las compañías, y un referente para entender hacia dónde avanza el tejido empresarial. Porque, en definitiva, necesitamos sociedades más fuertes y sanas para construir empresas más competitivas y preparadas para el futuro”.

Sobre esta transformación de las empresas, Concha Iglesias, socia líder de Sustainability de Deloitte España, señaló que “el futuro se decidirá con las empresas que apuestan por un enfoque diferente de hacer negocios, sustentado en la capacidad de proteger y desarrollar el capital humano y social, apostando por el crecimiento rentable y resiliente; a través de la captura del valor entorno a la descarbonización, la circularidad, el capital natural, las finanzas sostenibles y la construcción de cadenas de valor responsable. Hay un elemento común a estos nichos de valor, ninguno de ellos puede escalar sin transformar la forma en que gestionamos a las personas, las cadenas de suministro, los territorios y los usuarios. Lo social es el sustrato operativo que permite que estas transiciones ocurran”.

En la presentación participó también María Andrés, directora de la Oficina del Parlamento Europeo en España, quien aportó la visión del legislador sobre el nuevo marco regulatorio y explicó que “estamos en una fase crucial de la nueva legislatura europea, en la que debemos simplificar procesos sin renunciar a los principios que nos definen como proyecto común. La certidumbre regulatoria es esencial: no podemos cambiar las reglas a quienes están cumpliendo. El paquete Ómnibus es una señal clara de que las instituciones escuchan y trabajan junto a los actores implicados para construir un marco más ágil, más claro y más útil”.

Además, la jornada incluyó una mesa de debate con la participación de Emili Pascual, director de Cultura Corporativa de Banco Sabadell; Cristina Moral, gerente de RSC de Ferrovial; y Borja Vega, experto en Sostenibilidad de Mapfre. Moderada por Amador G. Ayora, director de 'El Economista', la conversación permitió conocer de primera mano cómo estas organizaciones están integrando el impacto social en su estrategia empresarial y los aprendizajes que están acelerando su evolución hacia modelos más competitivos y responsables.

INCLUSIÓN, DIVERSIDAD Y COMPROMISO

La inclusión y la diversidad ocupan un lugar cada vez más central en la estrategia de las compañías, que avanzan hacia modelos más abiertos y comprometidos con las personas. Estos factores se ponen de manifiesto en el informe, señalando que el 60% de las empresas incorpora en sus plantillas a personas en riesgo de exclusión, el 84% aplica criterios inclusivos en su cadena de suministro y más de la mitad adapta sus productos o servicios para colectivos vulnerables.

En esta misma línea, las organizaciones fortalecen su apuesta por el bienestar y la responsabilidad social. El 89% impulsa medidas de conciliación personal y familiar, mientras que el 93% incorpora compromisos sociales y laborales en sus políticas de compra, promoviendo prácticas más responsables a lo largo de toda la cadena de valor.

El compromiso social también continúa ganando presencia en la gobernanza de las empresas, con un 71% que vincula sus objetivos sociales a los sistemas de retribución de la capa directiva y refuerza, con esta estrategia, su alineación con los criterios ESG. Este avance refleja una forma de gestión más consciente e integrada, orientada a generar un impacto positivo y duradero en las personas y en la sociedad.

TRANSPARENCIA

La aplicación del nuevo marco regulatorio europeo de sostenibilidad, determinado por la Directiva sobre Informes de Sostenibilidad (CSRD) está impulsando una mayor transparencia en la información que reportan las empresas. De media, las compañías reportaron 74 impactos, riesgos y oportunidades (IROs) materiales en el ejercicio 2024, de los cuales, cerca del 50% están vinculados a aspectos sociales, reflejando su creciente relevancia en la gestión corporativa. El nuevo marco europeo de sostenibilidad define cuatro estándares sociales principales (S1–S4), que las empresas deben reportar cuando resulten materiales y, por tanto, tengan un impacto verdaderamente significativo para la propia organización y para sus grupos de interés.

Se trata de S1, 'Trabajadores propios', reportado por el 100% de las empresas del IBEX-35, consolidando la gestión del talento como el pilar social más sólido; S2, 'Trabajadores de la cadena de valor', incluido por el 77% de las compañías, porcentaje que refleja la creciente atención a las condiciones laborales a lo largo de la cadena de valor; S3, 'Comunidades afectadas', reportado por el 57% de las empresas, principalmente en sectores con fuerte huella territorial, como energía e infraestructuras; y S4, 'Consumidores y usuarios finales', presente en el 83% de los informes, con especial relevancia en los sectores de banca, consumo y salud.

En el IBEX-35, todos los informes incluyen información sobre los trabajadores propios, situando a la gestión del talento como el principal pilar del impacto social. Este factor se sustenta en la experiencia previa de las compañías, ya que la Ley 11/2018 exigía reportar sobre condiciones laborales, salud y seguridad o igualdad de oportunidades, mejorando, así, sus capacidades internas y procesos de reporte.

(SERVIMEDIA)
26 Nov 2025
s/clc