Según informó el grupo italiano al que pertenece Endesa, el resultado ordinario fue de 5.033 millones de euros, un 65,2% superior al de un año antes.

Este aumento refleja la evolución positiva de las operaciones ordinarias y una disminución del impacto de las participaciones no dominantes en el resultado ordinario neto, que compensan con creces el aumento de los gastos financieros netos causado por la evolución de los tipos de interés y el crecimiento de la deuda media en el periodo, así como el aumento de la deuda tributaria atribuible a la mejora de los resultados.

Por su parte, el beneficio bruto de explotación (Ebitda) ordinario fue de 16.386 millones, logrando un incremento del 29,3%.

En este caso, el aumento es atribuible a la evolución del negocio integrado, que refleja la normalización de los márgenes en comparación con el mismo periodo de 2022, junto con la mejora de los resultados de la división de redes Enel Grids.

Asimismo, el ebitda fue de 15.220 millones, un 23,5% superior, y el EBIT de 9.835 millones, un 62,1% más. El aumento del EBIT es atribuible a la evolución positiva de las operaciones, a la reducción de las pérdidas por deterioro y a la disminución de las amortizaciones de créditos en comparación con el mismo periodo de 2022, que compensan con creces un aumento de las amortizaciones y depreciaciones en los nueve meses de 2023.