ENRESA ULTIMA EL DISEÑO DEL FUTURO 'CEMENTERIO NUCLEAR' PARA RESIDUOS DE ALTA ACTIVIDAD

- Incluirá un repositorio geológico para residuos de radiactividad media

MADRID
SERVIMEDIA

La Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) tiene prácticamnte ultimado el diseño conceptual de un almacenamiento geológico para los residuos de alta actividad que generan las centrales nucleares, cuyo poder contaminante perdura durante milenios.

El diseño consta de instalaciones en superficie y bajo tierra, siendo en las últimas donde se ubican los repositorios que acogerán los residuos radiactivos.

Las instalaciones en superficie se dividirán en dos zonas, una de acceso libre, que incluye los edificios de almacenamiento y preparación del material de releno, los departamentos de administración, información y seguridad y la escombrera, y un área de protección radiológica, donde se localizará la planta de encapsulado, el pozo principal y la infraestructura auxiliar en superficie del acceso del residuo a las instalaciones subterráneas.

Por su parte, las instalaciones subterráneas incluirán un repositorio para residuos de alta actividad y otro para los de radiactividad media. La disposición general del repositorio estará dividida en paneles rectangulare que se adaptarán a las características de la roca alojante.

Los residuos radiactivos se colocarán en cápsulas que se alojarán horizontalmente en galerías circulares con un diámetro de 2,40 metros.

Respecto a la ubicación definitiva del 'cementerio nuclear', los trabajos de selección que Enresa inició hace ocho años han entrado en la penúltima fase.

PRESELECCION

Los datos de Enresa revelan que la primera fase de los estudios destinados a la búsqueda del emplazamiento geológico que albergar el 'cementerio' de residuos radiactivos de alta actividad se inició en 1987, ya que ese año y el siguiente se acometió el denominado Proyecto IFA, cuyo objetivo era identificar todas aquellas formaciones geológicas que, 'a priori', reunieran suficientes condiciones hidrogeológicas y sismotécnicas. El Proyecto IFA cubría la mayor parte del territorio estatal.

A continuación Enresa puso en marcha el Proyecto ERA, que se desarrolló entre 1989 y 1990 y permitió preseleccionar 36 áreas favorables, aunque e enorme superficie, ya que oscilaban entre los 200 y los 2.000 kilómetros cuadrados cada una.

La tercera fase se denominó AFA y acaba de finalizar. De confirmarse los datos de Aedenat, Enresa habría seleccionado las 21 áreas favorables incluidas en el Proyecto ZOA, cuya superficie ya se habría reducido considerablemente, puesto que oscilaría entre los 50 y los 200 kilómetros cuadrados.

Según la asociación ecologista Aedenat, entre las 21 zonas preseleccionadas se encuentran tres localizadas en Adalucía, concretamente en Villanueva de Córdoba, Mogábar y Belalcázar de los Pedroches, una en Sonseca (Toledo), otra en La Serena (Badajoz) y tres en Castilla y León, dos en la provincia de Avila y una en Almeida, entre Zamora y Salamanca. En todas estas áreas predominan las formaciones graníticas, por las que Enresa muestra un especial interés.

Además, Aedenat cita otras zonas constituidas por formaciones geológicas arcillosas o salinas: Los Monegros (Zaragoza), Cinca y Monegros (Huesca), Salinas deRosío (Burgos), San Pedro (Burgos), La Segarra (Lérida) e Izaga (Navarra).

Asimismo, la asociación mantiene que Enresa también ha preseleccionado entre una y cuatro zonas más salinas o arcillosas en la cuencas del Ebro y del Duero, y entre tres y seis zonas más en granito. Entre estas áreas se podrían encontrar Grijalba y Sasamón, en la provincia de Burgos, ya que Aedenat mantiene que Enresa ha solicitado permiso para realizar sondeos.

Del Proyecto ZOA, que presumiblemente concluirá en el año 200, surgirían los tres, cuatro o cinco candidatos finales, sobre los que se iniciaría una última fase de estudio, ya sobre una superficie mucho más reducida y definida, puesto que oscilaría entre tres y seis kilómetros cuadrados.

En el año 2000 Enresa propondrá al Parlamento entre tres y cinco emplazamientos, para que sean las Cortes quienes finalmente decidan cuál acogerá los residuos radiactivos, y en el 2015 podrían comenzar las obras de construcción del almacenamiento que acogerá los residuos más peigrosos que producen las centrales nucleares.

(SERVIMEDIA)
13 Ene 1996
GJA