Epidemiología

Los epidemiólogos reclaman fortalecer los sistemas de vigilancia ante fenómenos meteorológicos extremos

MADRID
SERVIMEDIA

La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) advirtió de la necesidad de fortalecer los sistemas de vigilancia y prevención ante fenómenos meteorológicos extremos como la dana, las inundaciones o las olas de calor para evitar riesgos para la salud, sobre todo entre los más vulnerables.

Según informó la SEE este jueves, las recientes inundaciones devastadoras en Texas (EEUU) con un número considerable de víctimas mortales; la ola de calor extrema que atraviesa España, con temperaturas que rondan los 40ºC; episodios como la DANA de Valencia en 2024; y los incendios forestales de sexta generación como los de Lleida, demuestran que los fenómenos meteorológicos extremos “son actualmente una amenaza global que requiere preparación y respuesta inmediata”.

Estos eventos, que antes parecían lejanos o propios de regiones menos desarrolladas, afectan ya a países de renta alta. Ante esta realidad, desde la SEE avisaron de que es imprescindible reforzar la vigilancia, intensificar la prevención y proteger especialmente a los colectivos en situación de mayor vulnerabilidad: personas mayores, menores de edad, personas sin hogar o en riesgo habitacional, o con enfermedades crónicas.

En este contexto, la SEE recordó la importancia de contar con herramientas y planes de actuación que integren la perspectiva de salud pública. Las inundaciones pueden contaminar el agua potable, favorecer la proliferación de insectos, como mosquitos y otros, roedores, y aumentar la exposición a sustancias tóxicas.

OLAS DE CALOR

Asimismo, las olas de calor extremas incrementan el riesgo de deshidratación y complicaciones en personas con enfermedades crónicas. Todos estos fenómenos, además, tienen un efecto muy negativo en la salud mental de la población afectada y una importante repercusión sobre la mortalidad de las poblaciones a las que afectan.

Para reducir estos impactos, los epidemiólogos hicieron hincapié en la prevención, mediante planes urbanos responsables, evitando el desarrollo urbanístico en zonas geográficas de riesgo de fenómenos adversos (como cauce de ríos o zonas de desprendimientos).

Además, en caso de inundaciones, se debe garantizar el suministro de agua y alimentos seguros, mantener la vigilancia sanitaria y reforzar la red de salud mental, tal y como se recoge en las recomendaciones elaboradas por la SEE tras la DANA de Valencia.

Igualmente, la SEE recordó que, en estos casos, debe contemplarse también la situación vacunal, y que está disponible una guía de la SEE sobre la importancia de las vacunaciones en las inundaciones.

INUNDACIONES

En caso de inundaciones, la interrupción de servicios básicos puede facilitar la aparición de brotes de enfermedades gastrointestinales o respiratorias. Para anticipar estos riesgos, la sociedad científica insistió en la importancia de contar con sistemas de alerta temprana y vigilancia epidemiológica, y en ofrecer información clara y veraz a la ciudadanía para evitar la desinformación.

De hecho, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las alertas tempranas pueden reducir en un 30 % los daños derivados de estos eventos.

Las elevadas temperaturas de las aguas del mar que afectan a la mayor parte de las costas españolas, ya a principios del verano, deben ser, además, un aviso del riesgo de lluvias torrenciales en el propio verano y el próximo otoño y las autoridades, en todos los niveles de la administración, deberían preparar y prevenir sus efectos con antelación.

Asimismo, puntualizó la SEE, la atención a las personas en situación de vulnerabilidad debe ser una prioridad en la respuesta ante catástrofes. La SEE destacó la necesidad de proteger a personas mayores, niños y niñas, personas con enfermedades crónicas o en situación de vulnerabilidad social, garantizando el acceso a medicamentos, alimentación adecuada y apoyo psicológico.

(SERVIMEDIA)
10 Jul 2025
ABG/gja