En el debate sobre el Estado de la Nación, el portavoz de ERC, Joan Puigcercós, subrayó que su partido ha demostrado que es responsable ante la oportunidad de emprender políticas de izquierdas, y lo continuará siendo a pesar de la oportunidad perdida con el Estatuto de Cataluña.

Ironizó con "la maldición del bienio" que ha afectado a algunos gobiernos con alianzas parlamentarias a la mitad de legislatura, y retó a Rodríguez Zapatero a "romper esa maldición".

Puigcercós recordó que su partido respaldó la investidura de Rodríguez Zapatero como presidente para darle la estabilidad necesaria para poder cumplir la promesa de aceptar y respetar el Estatuto que saliera del Parlamento catalán.

Lo que era una oportunidad de lograr el Estatuto ansiado por Cataluña ha terminado con la promesa del presidente del Gobierno y también con el tripartito de izquierdas catalán.

Ha sido así, añadió, porque el Gobierno "no soportó la campaña de presión en contra del Estatut", y optó por firmar "el acta de defunción" del texto con el líder de la oposición en Cataluña, Artur Mas.

El texto pactado con CiU en La Moncloa es, a juicio de CiU, "el molde con que se están abordando el resto de reformas" una vez que se habían "cepillado" el texto original, como reconoció el propio Alfonso Guerra.

Los pilares de aquel texto eran la financiación, las inversiones y competencias, y el reconocimiento como nación. Con el Estatuto resultante, aseguró, no hay garantía de más recursos, no se avanza hacia un modelo fiscal descentralizado, no existe bilateralidad, y no se corrige el déficit histórico de inversiones del Estado.

Frente a quienes acusan a ERC de jugar "al todo o nada", Puigcercós denunció que el problema de Cataluña es que "hay quien se conforma con casi nada", en este caso CiU.