Nueva aventura
Eric completa El Camino de Santiago empujando la silla de su madre por los derechos de los enfermos de esclerosis múltiple
- Piden que se reconozca automáticamente la discapacidad con el primer diagnóstico de “la enfermedad de las mil caras”

El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
Eric y Silvia acaban de terminar el Camino de Santiago y, como para todo el mundo, no ha sido algo fácil, pero en su caso no ha sido nada distinto a su día a día, ya que llevan 25 años “picando piedra” para que ella, que necesita moverse en una silla de ruedas como consecuencia de la esclerosis múltiple, tenga una vida plena. Así, ha sido simplemente un capítulo más de su lucha sin fin por los derechos de todas las personas que conviven con “la enfermedad de las mil caras”.
“La aventura ha cumplido todas las expectativas”, aseguró Eric en una entrevista a Servimedia desde su hotel en la capital gallega después de superar los 100 kilómetros de ruta que iniciaron en Vigo cinco días antes pese a obstáculos “a los que no estamos acostumbrados”, como subidas del 20%, tramos con muchas piedras o temperaturas de 35 grados.
El hecho es que hasta ahora las hazañas de esta pareja de barceloneses se habían limitado a las carreras de asfalto de un solo día, eso sí, logrando retos como bajar varias veces de las tres horas en un maratón, lo que les permite tener el récord Guinness empujando una silla con una marca de dos horas y 42 minutos logrado en Valencia el pasado mes de diciembre, un registro que está solo al alcance de una pequeña élite de los corredores populares.
“Cada día nos ha pasado algo”, relata Domingo, quien cataloga esta nueva aventura como “espectacular”. Como ejemplo, apuntó que incluso uno de los días tuvo que bajar a su madre de la silla y llevarla en brazos para superar un terreno muy irregular. “No tiene nada que ver con los maratones, donde me resulta todo más fácil y controlable y ella va más cómoda y tranquila”, añadió.
En cuanto a las necesidades no cubiertas que tienen las personas como Silvia, explicó que la principal reivindicación del colectivo es que se reconozca de forma automática un grado del 33% de discapacidad con el diagnóstico de la enfermedad, algo que hoy en día no sucede y que obliga a estos enfermos crónicos a batirse en una lucha continua con procedimientos burocráticos que se demoran en el tiempo mientras su salud se va deteriorando día a día y que al final dependen de criterios subjetivos de un tribunal médico.
Otro aspecto de mejora al que se refirió fue el acceso a toda la información sobre las ayudas o los procedimientos para acceder a los servicios a los que tienen derecho, que, según denunció, no es nada fácil de encontrar. “Llevamos 25 años picando piedra”, resumió, antes de señalar que otros enfermos se sorprenden cuando saben que su madre dispone de una asistenta personal pagada por el Ayuntamiento o que le han concedido una silla de ruedas. “Muchos afectados no saben los derechos que tienen”, lamentó.
En cuanto a los futuros capítulos de su aventura, fijó su rumbo hacia América para correr la maratón de Nueva York el próximo noviembre, algo que llevan persiguiendo desde hace dos años y que no han logrado por problemas derivados de la logística de trasladar a su madre al otro lado del charco, ya que, por ejemplo, necesita una grúa para ir al baño, además de hoteles y medios de transporte accesibles. “Estamos inscritos y esperamos que a la tercera sea la vencida”, suspiró.
Sobre la posibilidad de afrontar nuevos retos lejos del asfalto, destacó que el Camino ha sido “un punto de inflexión”, por lo que se mostró dispuesto a subir a alguna montaña, como Montserrat. “A mi madre le encanta lo verde y si las circunstancias fueran otras sería muy feliz viviendo en una casita en el campo con su huerto”, concluyó.
En esta ocasión, ambos recorrieron cinco etapas del Camino Portugués, un recorrido en el que pasaron por Redondela, Pontevedra, Caldas de Reis y Padrón. En todo este camino, un afán que ambos tenían antes de que Silvia contrajera la enfermedad, la pareja contó con el apoyo de sus amigos, de los peregrinos y con la asistencia técnica de Hyundai Motor España.
Madre e hijo llevan más de 8 años visibilizando la esclerosis múltiple. Todo comenzó en 2016, con una carrera de 10 kilómetros por la esclerosis múltiple en el circuito de Montmeló. Desde entonces, han realizado más de 40 carreras por España y el mundo recaudando fondos.
Hyundai colabora con ellos desde diciembre de 2022. En ese momento, la marca coreana proporcionó un vehículo para realizar el viaje de Eric y Silvia desde Barcelona a Valencia para correr el maratón.
(SERVIMEDIA)
21 Jun 2025
JBM/mmr/clc