Deporte

El esgrimista paralímpico Amelio Castro alienta a los jóvenes a hacer deporte para tener esperanza

MADRID
SERVIMEDIA

Amelio Castro es un esgrimista paralímpico que forma parte del Equipo de Refugiados. Dice que el deporte da esperanza y que con su discapacidad trabaja para ser un referente para los jóvenes. "Me gustaría que los muchachos aprendan la cultura del esfuerzo. Hay que sacrificarse cuando hay mucho 'youtuber'", asegura.

Así lo indica a Servimedia en la antesala de la celebración del Jubileo de los Deportistas en Roma, cuyos actos centrales preside el papa León XIV durante este fin de semana en el Vaticano.

La historia de superación y fe de Amelio ha conmovido a la Santa Sede, que le ha llamado para participar en estas jornadas y él ha aceptado sin pensarlo. "Hacen falta personas como nosotros que demuestran que el sacrificio tiene recompensa", dice este deportista que quedó en silla de ruedas por un accidente hace más de una década y que tuvo que abandonar su Colombia natal como refugiado.

En el hospital, narra, perdió el contacto con su familia y, como no tenía a quién acudir, hizo del centro sanitario su hogar durante cuatro años. Tras la rehabilitación, encontró en el deporte una vía de escape y de realización y en la esgrima una pasión.

Llegó a Roma hace casi tres años, sin conocer el idioma ni tener un lugar dónde alojarse. Desde entonces, ha tenido que superar numerosas barreras, no sólo el complicado adoquinado de la ciudad eterna. Ha deambulado por albergues de Cáritas y centros de acogida con otros chicos refugiados, y en todos ellos ha sido "el único en silla de ruedas". "Es un combate constante", indica.

"Soy un atleta que no he podido hacer una vida de atleta, pero no me he rendido. He participado en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Si en el equipo de refugiados contáramos con las condiciones necesarias como tienen otras selecciones nacionales, las cosas serían diferentes. Pero, a pesar de circunstancias adversas, hemos dado la talla", remarca el esgrimista, que aún se recupera de la infección en una herida de pie que empeoró por la mala higiene de baños compartidos con otras personas sin hogar.

FINANCIACIÓN

Ahora está a punto de expirar su tiempo de alojamiento gracias a un recurso que le ha facilitado la Comuna de Roma mientras persigue el objetivo de seguir entrenando y contar con financiación para participar en los Juegos de Los Ángeles 2028.

La accesibilidad en Roma también le plantea retos, dice a Servimedia. "Tardo dos horas para ir al entrenamiento" de una disciplina en la que lleva inmerso siete años. Toda esa experiencia, prosigue, la cuenta a los jóvenes en charlas en colegios y parroquias.

"Trato de dar esperanza con mi historia a los chicos que se rinden ante pequeñas dificultades. Tenemos que seguir batallando, mi historia sufrida y mi perseverancia me ha ayudado a alcanzar las metas que me he ido trazando", comparte.

Su trayectoria conmovió al papa Francisco y ahora, cuando es posible que estos días conozca a su sucesor, León XIV, Amelio sólo se plantea "dejar que Dios haga". "Admiro mucho a Francisco por su coherencia y la pasión que tenía de transmitirle a los jóvenes para que no pierdan la esperanza", añade sobre el difunto papa.

"Si tengo oportunidad le pediré la bendición", avanza sobre su hipotético encuentro con Robert Prevost, un pontífice que en su primer mes de reinado ha mostrado abiertamente su apoyo al ámbito deportivo. De hecho, es ferviente seguidor del tenis y hasta ahora era habitual verle correr con la raqueta en las pistas.

FE EN EL DEPORTE

"El deporte es un lenguaje universal", recalca Amelio, quien subraya la importancia de que el Vaticano cuente con el deporte "para llegar a las personas" y "demostrar que la fe y la esperanza está también en este ámbito". "Es importante y maravilloso que el Papa se involucre en este tema y sea un apasionado del deporte", prosigue, aunque reconoce que "los atletas tienen su fe a su manera".

"Fui criado como católico y en el hospital he descubierto al Dios interno, que donde estás te mira. Me gusta más el Dios de los hospitales, que está siempre contigo, para ayudarte y para ver si actúas bien. Eso me lleva a querer hacer siempre el bien, incluso de hacer lo correcto cuando estás solo. Mi religión principal es el amor", confiesa el deportista paralímpico.

"A veces no hacemos los sacrificios necesarios y correctos para que nuestro cuerpo sea un templo del Espíritu Santo. Trato de ser una persona muy coherente", prosigue, algo que extiende en las charlas que da junto a la Federación Italiana de Esgrima.

"Mi objetivo es mostrar a los jóvenes mi recorrido, la perseverancia, que hay que tener mucha esperanza y sobre todo, seguir soñando. Los jóvenes no pueden perder esa capacidad de soñar. Nos rendimos muy fácil. Hay que esforzarse al máximo siempre que nuestros sueños no perjudiquen a los demás", concluye en su conversación con Servimedia el ganador de un bronce en el Campeonato de América de Esgrima en Silla de Ruedas en Brasil 2024, en la categoría B de espada masculina.

El Equipo Paralímpico de Atletas Refugiados está formado por ocho deportistas más tres asistentes y representa a 120 millones de personas desplazadas en todo el mundo, en los que se incluyen unos 18 millones de personas con discapacidad, según Acnur.

(SERVIMEDIA)
13 Jun 2025
AHP/pai