El índice pone de manifiesto que en un año en el que se van a producir más de 30 elecciones, incluidas las del Parlamento Europeo, “existe una firme voluntad política de avanzar en la protección de los derechos humanos de las personas Lgbti en varios países”, como Alemania, Islandia, Estonia, Liechtenstein y Grecia.

En el caso de España, el vocal de Relaciones Exteriores de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (Felgtbi+), Óscar Rodríguez, destacó que “seguimos a la vanguardia de los derechos Lgtbi+, pero podríamos haber sido líderes en igualdad de haber desarrollado la estrategia de la ley Lgtbi, haber puesto en funcionamiento la Autoridad Independiente para la Igualdad de Trato y la No Discriminación o de haber aprobado el pacto de Estado contra los discursos de odio hacia colectivos vulnerables”.

En ese sentido, consideró “fundamental blindar los derechos conseguidos de cara a futuro, así como desarrollar a máximos la legislación vigente y adoptar medidas políticas urgentes que frenen el discurso de odio”.

Por su parte, el índice pone de manifiesto que existe una “ola reaccionaria” en Europa, como lo atestigua que en algunas regiones italianas estén retirando los derechos de filiación a las personas del mismo género, que en Eslovaquia, Croacia, Francia y el Reino Unido se esté intentando limitar los derechos sanitarios de las personas trans, que Rusia considera al “movimiento internacional Lgtbi” como “organización extremista” o que en Georgia se repriman las protestar a favor de la UE contra su propuesta de “agentes extranjeros”, que “procede directamente del manual ruso contra el colectivo Lgtbi+”.

La directora de defensa de ILGA-Europa, Katrin Hugendubel, alertó de que “en toda Europa las personas Lgtbi+ están siendo blanco de discursos de odio y violencia y sus derechos humanos están siendo socavados activamente”, a pesar de lo cual “todavía vemos demasiados países en toda la región que se estacan en el avance de la protección legal y no renuevan sus compromisos a través de estrategias y planes de acción nacionales”.

A su juicio, “esta inacción es peligrosa”, puesto que “sin una legislación adecuada para proteger a las minorías, incluidas las personas Lgtbi+, será demasiado fácil para los gobiernos recién elegidos socavar rápidamente los derechos humanos y la democracia”.

En la misma línea, el director ejecutivo de ILGA-Europa, Chaber, advirtió de que “los esfuerzos de división y distracción de los regímenes autoritarios se están filtrando a otros países europeos en un momento en el que las elecciones podrían poner a Europa en manos de líderes que desean que la Unión Europea vire hacia una política de derecha radical y antidemocrática”.

Por ello, recalcó que “Europa necesita leyes y políticas más sólidas para proteger a las personas Lgtbi+”, ya que “sin ellas, no podemos hablar de seguridad ni de Estado de derecho y democracia”.