Eurostat, que es la oficina de estadística de la UE, dio a conocer este jueves esta información en el marco de datos comparados entre los países de la Europa comunitaria.

Los equipos eléctricos y electrónicos se definen como cualquier producto que necesite electricidad o campos electromagnéticos para funcionar correctamente, incluyendo los que dependen de un enchufe, una batería o una antena. Esto abarca una amplia gama de artículos, como teléfonos inteligentes, ordenadores portátiles, lavadoras, bombillas, secadores de pelo y detectores de humo.

Esta clasificación también se aplica a los equipos utilizados para generar, transferir o medir dichas corrientes y campos, como paneles solares, cables de alimentación, alargadores y contadores de electricidad.

También se incluyen los equipos diseñados para su uso con la tensión estándar doméstica y comercial, como electrodomésticos, herramientas eléctricas y equipos de iluminación, audio y vídeo, y tecnología de la información.

Los residuos de equipos eléctricos y electrónicos son una mezcla compleja de materiales y componentes que pueden causar problemas ambientales y de salud importantes si no se gestionan adecuadamente.

EN EL MERCADO

Los últimos datos disponibles son de 2023, cuando en el conjunto de la UE se generó una media 32,2 kilos de aparatos eléctricos y electrónicos por habitante, lo que supone 14,08 más en comparación con 2014 (un 77,7% más).

La cantidad total de residuos puestos en el mercado en los países de la UE varió considerablemente en 2023, con la tasa más alta en Países Bajos (45,5 kilos per cápita), por delante de Alemania (38,94) y Austria (35,05), mientras que las más bajas corresponden a Chipre (14,82), Eslovaquia (15,84) y Bulgaria (17,82). España fue el octavo país que más genero ese año, con 31,80 kilos por habitante.

En cuanto a la década de 2014 a 2023, España resultó ser el segundo país con más incremento de aparatos eléctricos y electrónicos generados (18,81 kilos más per cápita), solo por detrás de Países Bajos (25,17). Únicamente dos redujeron la puesta en el mercado de esos productos: Malta (-8,86 kilos) y Luxemburgo (-0,33).

RECOGIDA

Por otro lado, un total de 11,61 de los 32,21 kilos de esos aparatos se recogieron en la UE en 2023. Esa diferencia de 20,60 kilos por persona refleja un aumento del stock de dispositivos porque siguen en uso, están a la espera de ser desechados, se acumulan en los hogares o se pierden por un tratamiento informal y no controlado de los residuos.

Las tasas más altas se dieron en Bulgaria (17,94), Chequia (16,79) y Austria (15,87) y las más bajas en Chipre (3,79), Malta (5,75) y Portugal (5,79). España ocupó el 14º puesto (9,27).

Respecto a la década de 2014 a 2013, los mayores incrementos de recogida de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos se produjeron en Bulgaria (11,96 kilos más por habitante), Chequia (11,22) y Polonia (10,66), con España en el octavo puesto (5,29). Solo hubo descensos en Luxemburgo (-1,11) y Portugal (-0,01).