Este es un fenómeno que se produce todos los años bisiestos, en los que febrero tiene 29 días, lo que conlleva una jornada adicional de actividad productiva en todas las empresas y en las administraciones públicas. En el ejercicio en curso, eso supone unos 300.000 millones de pesetas.

Las citadas fuentes explicaron que el año bisiesto afecta al nivel de ventas, producción industrialy, en general, a todas las variables económicas relacionadas con la actividad productiva.

Los beneficios de las empresas también resultan notoriamente favorecidos por los años bisiestos, como el actual, ya que la inmensa mayoría de los trabajadores no cobran por días, lo que significa que el 29 de febrero lo regalan virtualmente a la empresa.

Excepciones a esta regla son los obreros del campo que trabajan a jornal o el personal dedicado a las ventas que tiene sus ingresos vinculados al nivel cuanitativo de ventas, y todos los que cobran por comisión sobre lo facturado.