Esas cifras de la Dirección General de Tráfico (DGT) corresponden al balance cerrado de la siniestralidad vial de 2024 con datos de víctimas hasta 30 días después de los siniestros, tanto en ciudad como en carretera.

La serie histórica, recogida por Servimedia, indica que hay que remontarse a 2016 para encontrar otro año con peores datos en heridos graves. Entonces, ingresaron en hospitales 9.755 personas en siniestros de tráfico.

Además, cabe destacar que el año pasado hubo 136.430 víctimas viales (tanto personas fallecidas como lesionadas), la cifra más elevada desde el estallido de la pandemia de la covid-19 en 2020. El anterior dato más alto se registró en 2019, con 141.113.

El número de personas heridas leves también fue el mayor desde la pandemia, con 125.084 el año pasado, cuando en 2019 se contabilizaron 130.745, precisamente el máximo de la serie histórica a 30 días, que comienza en 1993.

VÍCTIMAS MORTALES

Por otro lado, el año pasado descendió la mortalidad vial al registrarse 1.785 víctimas mortales (21 menos que en 2023), de las cuales 1.291 perdieron la vida en carretera (3 más) y 494 en ciudad (24 menos).

Pese a esa reducción respecto a 2023, se trata de un dato superior al de 2022 (1.746 fallecidos), 2021 (1.533), 2020 (1.370) y 2019 (1.755).

Igualmente, el número de siniestros de tráfico del año pasado (101.996) resultó ser el más alto desde 2019, cuando hubo 104.080, máximo histórico. Curiosamente, en 2020 se produjo el mínimo de la serie con 72.959 siniestros viales.

El primer trimestre de 2024 concluyó con 256 víctimas mortales en las carreteras, un 14% más que en 2023. Ese dato hizo saltar las “alarmas” en la DGT, según reconoció el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Por ello, Tráfico puso en marcha un plan de choque para incrementar la vigilancia en las carreteras formado por 95 nuevos radares, 150 guardias civiles más (con mayor presencia en autopistas y autovías), seis millones de controles de alcohol y 120.000 de drogas, entre otras medidas.